El rumor de un cambio

574 36 8
                                    

2023.08.25 Ruka

Guardé el Tteokbokki que me sobró, y todo el dinero que gané, y monté mi bicicleta. Salí más temprano que de costumbre para poder comprarle a Pharita su pastel de cumpleaños y volver a tiempo para la cena, pues luego Chiquita se pone mal cuando falto a ella.

Fuí a la pastelería Bbokari, era muy buena y me llevaba bien con el dueño pues solo había dos años de diferencia entre nosotros. Por supuesto, él era más grande que yo, él estaba por cumplir 23 años y yo tenía 21. Estacioné mi bici fuera de la pastelería y entré haciendo sonar la campanilla de la puerta.

Ruka: Hola Yongbok.

Yongbok: Hola Ruka. Viniste más temprano hoy, ¿Pasó algo?

Ruka: No paso nada. Mañana Pharita cumple años y quiero darle un pastel especial. ¿Tienes algún brownie de esos que son para compartir?

Yongbok: Claro, ahora lo traigo.

Yongbok era de complexión algo delgada, pero en buena forma. Su cabello era rubio y le gustaba traerlo un poco largo, y su cara estaba manchada con muchas y pequeñas pecas.

Se fué atrás del mostrador para traer el brownie/ pastel. Sus brownies eran los mejores y a las chicas les encantaban. Yo iba seguido a la pastelería de Yongbok ya que solía repartir mi Tteokbokki en esa zona y, cuando había ganado más de lo que esperaba, iba con él a comprar postres y comida para mí o para mis amigas.

Yongbok: Aquí está. ¿Lo pongo en una caja?

Ruka: Por favor. No quiero que se entere.

Yongbok: Son 11,500 wones, pero como eres mi amiga te lo doy en 10,500.

Ruka: Gracias pero mejor déjalo en 11,000. Enserio, puedo pagarlo, ya había ahorrado para esto.

Yongbok: Bueno, si tú quieres.

Le dí los billetes y me fui llevandome la caja con los dos brazos, agradeciéndole a Yongbok por el brownie por encima de mi hombro.

Volví a subir a mi bicicleta, no sin antes amarrar bien el pastel a ella. Me puse mi casco y inicié el camino hacia el orfanato.

Miraba toda la gente en las calles, cómo sus vidas eran a la vista sencillas y sin problemas, bueno, al menos la mayoría, había una que otra persona gritando a otras, eso significaba que estaba por llegar a mi destino. Nuestro orfanato estaba algo alejado de los barrios bajos de Seúl, tenía terrenos grandes y tres edificios: uno eran los dormitorios de los chicos, otro los de las chicas y el más pequeño era donde dormían las cuidadoras. Los edificios de los dormitorios se conectaban en una planta para dar lugar a el gran comedor y las cocinas.

Llegué a los muros que cubrían los patios y edificios del orfanato, y me detuve frente al no muy grande portón de entrada. Amarré mi bici frente a la entrada, quité de ella las cajas con mi venta y el postre para Pharita, y procedí a hacer la entrada que siempre hacía a los terrenos:

Pasé las cajas por entre las rejas del portón y los dejé en el suelo, luego empezé a escalar por este para cruzar al otro lado, dí un pequeño salto para bajar y tomé las cajas. En eso escuché la voz de alguien por atrás de mí.

Asa: Kon'nichiwa, Ruka-chan
(Hola Ruka)

Ruka: Asa-chan, kon'nichiwa!
(¡Asa!, hola)

°Mounstros en Adopción°|Babymonster x Blackpink|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora