—¡Vamos Jay!, tienes que levantar el letrero para la izquierda —Instruyó Matthew, hoy era un buen día, el inicio de clases no era el día más feliz para muchos, pero a Matthew le encantaba el instituto, sus amigos, su escuela, su club. Para Matthew el club de teatro era su vida. Y este último año del instituto estaba más que dispuesto a que fuera el mejor año de su vida. Se graduaría dejando su huella en la historia de esta escuela.
—Con un letrero de dos metros, esperas ganarle al club de futbol —Matthew se giró para enfrentar al chico que le había hablado. Era el capitán del equipo de futbol americano, Jiwoong, el chico más arrogante de la escuela. Muchos le tenían miedo, pero Matthew...
—Estoy seguro de que les ganare —dijo con una sonrisa, Jiwoong no sonrió, jamás sonreía.
—Suerte con eso —dijo el chico alejándose, Matthew no le permitiría eso, le dijo a Jay que asegurara bien los lazos para que el letrero no cayera, y se dirigió a perseguir a su otro amigo. Nadie comprendía como él, que era tan optimista, alegre y vivaz podría ser amigo de alguien tan sombrío como Kim Jiwoong.
—Oye, espera —Matthew tuvo que correr para alcanzarlo justo antes de que entrara en el edificio administrativo. Se colocó enfrente de él para que dejara de avanzar, Jiwoong clavo su oscura mirada en él. —Hola —dijo Matthew sonriendo. Jiwoong enarco una ceja.
—Hola —contesto seriamente en un tono como diciendo "Ahora que rayos quiere este loco".
—Hace más de tres semanas que no te veo ¿Cómo estás? —No sabía mucho sobre la vida de Jiwoong, pero sabía que el chico en vacaciones de verano trabajaba para ayudar a su abuela. Lo que volvía imposible que Jiwoong se reuniera con ellos para ir a las fiestas que hacían entre amigos, ni siquiera pudo ir al campamento de un mes atrás.
—Bien —Jiwoong murmuró —Tengo prisa...
—No —Matthew le impidió el avance, así era Jiwoong de malhumorado. Pero Matthew poco a poco estaba haciéndolo cambiar. —Se supone que ahora tú debes preguntarme como estoy, es la ley de la cortesía —Jiwoong rodo los ojos.
—No tenemos tiempo para esto...
—¡Anda! Haz un esfuerzo —Insistió Matthew. Jiwoong era un chico rebelde que no aguantaba tonterías de nadie. Pero con Matthew era diferente. Jiwoong suspiró derrotado.
—Hola Matt, ¿Cómo estás? —preguntó seriamente. Matthew sonrió ampliamente.
—Bien, gracias —le guiño un ojo —Ahora debemos marcharnos o llegaremos tarde al auditorio —se rio ante el gruñido malhumorado de su amigo. Pero estos momentos eran los que valían la pena. Aunque muchos no lo supieran Jiwoong valía la pena, como amigo, como persona y tal vez como algo más...
Matthew se despertó. Los rayos del sol se filtraban por las cortinas, y supo que estaba solo en la inmensa cama. Se frotó los ojos con fuerza ¿Qué hora era? No recordaba haber dormido tanto en su vida. La puerta del baño se abrió y apareció Jiwoong haciéndose un nudo de la corbata. Bien vestido con un traje impecable, parecía de pies a cabeza, el típico ejecutivo, aparte de poseer un atractivo enorme para la paz espiritual de cualquier hombre o mujer.
—¿Qué hora es? —preguntó, Jiwoong se detuvo y lo miró.
—Temprano, vuelve a dormir —Matthew lo estudio unos segundos no sabiendo que decir, ¿no le reclamaría por no aparecer anoche en su estudio como lo había ordenado? —Tengo un desayuno de trabajo, volveré más tarde, puedes quedarte hasta tarde en la cama o ir de compras, Seokhoon te llevara.
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🅲 / 🅴 -MattWoong-
RandomᴎòiɔɒƚqɒbA -Contenido homosexual, si no te gusta no leas. -Sinopsis dentro.