Sherliam week 2023: Palabras dramáticas, hermoso drama

Día 7: Libre

Advertencia: Escena sexual.

William y Sherlock se encontraban descansando cómodamente en el sillón del departamento que ambos compartían. Su vida hogareña se volvió una realidad después de que cumplieran un año de noviazgo. Los dramaturgos se unieron mucho más debido a que trabajaron juntos en un proyecto , el que se estrenó hace algunos meses el cual fue un rotundo éxito. Sin embargo, cooperar en una misma representación teatral no fue nada sencillo.

Los caracteres de ambos muchas veces chocan, pues sus puntos de enfoque eran dispares. William quería darle más profundidad a las emociones pero Sherlock abogaba por que los diálogos tuvieran mucha más fuerza. Hace un tiempo tuvieron una discusión bastante fuerte aunque más bien pareció una guerra fría.

—No, Liam. No podemos hacer que haya más sonrisas. Es ilógico, en cambio las líneas de Bond debieran ser más imperativas. ¡Es un rey déspota!

—Ni siquiera has tomado en cuenta mis anotaciones al respecto—le dijo William esa vez con cierto tono fastidiado.

Esa solo era una parte de los conflictos de ambos pero una vez llegaban a casa dejaban atrás todo sentimiento hostil. Solo buscaban amar al otro, brindándole su cariño, por eso ahora se mimaban mientras veían la televisión. La representación de cierta obra francesa les llenaba los ojos de lágrimas, sin embargo compartían un dulce momento. Su día libre pudo haber sido más emocionante, pero no tenían problema en quedarse en casa. Acurrucarse en el sillón era una de sus actividades favoritas así que una vez terminó el video se miraron y sonrieron.

—¿Quieres comer algo más? —le preguntó Sherlock a William.

—Si pudieses prepararme Stargazy pie...

—Nunca comprenderé porque lo encuentras tan... sabroso

—Pocos pueden apreciar su delicioso sabor. Te puedo dar una lista de cien cosas que avalan sus nutrientes y cualidades.

Sherlock suspiró y se dirigió a buscar los ingredientes los cuales nunca terminaban de acabarse pues William siempre solía pedir lo mismo al menos una vez a la semana. Muchos dirían que tenía una obsesión con ese "postre" y estaban en lo cierto. El rubio no podía vivir sin comer su ración de Stargazy pie, aunque no debían hacerle decidir entre la receta de Sherlock o la de Louis. Cada vez que le preguntaban acerca de eso misteriosamente sentía mucho sueño.

—Muy bien, está listo. Solo falta hornearlo y no puedo creer que ya sepa prepararlo correctamente.

—La práctica hace al maestro, es lo que dices. Pero para mi tus habilidades culinarias son excelentes.

—Debí aprender pues tú realmente eres un glotón—le dijo mientras sonreía de esa manera que enloquecía de amor a William.

Este no dio ninguna señal de advertencia antes de besar los labios de su novio, esté casi deja caer el stargazy pie. La intensidad y cariño eran algo que identificaba al rubio cuando se trata de su Sherly, lo adora y ama con todas sus fuerzas. No hay nada en este mundo que apague esa pasión que ambos sienten por el otro. Es inevitable atraerse y viendo en retrospectiva las obras del otro siempre les atrajeron. Así era pues en realidad el creador de esas maravillas debiese ser alguien totalmente increíble.

—Qué te parece si tú y yo...—le dijo William con ese tono de voz aterciopelado que atraía a Sherlock de una manera jodidamente magnética .

—¿Crees que podrás soltarme antes de que termine el tiempo de horneado?—preguntó su pareja con el deseo brillando en sus pupilas.

—Esa es una buena pregunta pero para ti querido—señaló el rubio mientras jugaba con los mechones rebeldes de Sherlock quien se había dejado crecer el pelo.