Día 5: Emergencia

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Después del momento emotivo que aconteció entre Sherlock y William ambos lograron forjar un vínculo más profundo. Sin embargo, los sentimientos entre los dos todavía eran una especie de manojo de nervios. Sherlock ya confesó que lo adora y que es tan malditamente importante para él. A veces William se encuentra pensando acerca de ello y sus mejillas enrojecen, como si se tratara de luces incandescentes. No puede evitar preguntarse lo que se halla en su pecho que le carcome como si se tratase de una enfermedad.

—No puedo creer que esté pensando esto acerca de Sherlock, no puedo negar la atracción entre los dos pero... tengo miedo—logró admitir para sí mismo

Se preguntaba qué haría el profesor Whiteley, cuya obra ahora estaba llena de nuevos detalles haciendo que su imagen idealizada de él se transformará en algo más humano. Sherlock tuvo mucho que ver, pues a pesar de no conocerle en persona podría decirse que lo entendía a un nivel cercano a quienes fueron importantes en la vida de aquel maestro

—Liam, me encanta lo que has hecho con Adam, es decir ¡es fantástico!— le indicó Bond lleno de emoción.

—¿De verdad?—dijo William con aire meditativo como si no estuviese del todo presente allí y distraído. Sus ojeras se veían bastante marcadas a pesar del maquillaje que le dio Albert.

—¡Pero me preocupa tu salud! Te has entregado en cuerpo y alma a esta labor, deberías descansar. ¡Sherly, ya te lo dijo!

—No te preocupes.

—Es sencillo decirlo, pero te ves fatal físicamente aunque tus ojos brillan pero ....¡Estás agotado!—le dijo haciendo un mohín.

William solo pudo mostrar una sonrisa para tranquilizarlo, sin embargo esta no consiguió el efecto deseado. Bond solo quedó más preocupado e iba a decir algo más, pero las palabras que pudiese emitir no quisieron abandonar su boca. Sabía que muchas veces el dramaturgo se enfrascaba en sus obras de tal forma que era imposible sacarle de allí.

—Solo prométeme que te cuidarás más—le dijo el actor de manera resignada, le gustaría hacer más pero William no lo permitiría.

—Intentaré hacerlo—fue su respuesta aunque sabía que ese intento no resultaría en algo tangible.

Entonces ante ellos apareció Louis quien venía a traerles algo de comida, pues sabía que su hermano mayor no comería nada si no se daba la oportunidad. Su semblante era bastante gracioso pues su ceño se encontraba fruncido. No le gustaba la apariencia de William pero en realidad estaba molesto con Moran. El tramoyista había querido coquetearle de manera descarada pero Louis lo detuvo con una mirada tan filosa como letal.

—Hermano, te traje tu almuerzo. Espero que lo comas—fue su petición mientras lo miraba directamente a los ojos.

—Muchas gracias, Louis—dijo sin poder negarse a las palabras del otro rubio.

—¿Y para mí no hay nada?—preguntó Bond con una mirada lastimera.

—No me olvidaría de usted, traje unas galletas de mantequilla—le dijo mientras las sacaba del bolso en donde había traído la caja de almuerzo para su hermano.

Bond se vio de mejor humor y se lanzó a abrazar a Louis, a este realmente le agradaba el actor así que respondió con cariño al contacto. Esos dos se llevaban bastante bien pues Louis lo reconocía como hombre. Se escribían y llamaban de vez en cuando siendo una especie de amigos cercanos. William solo miraba la escena y de pronto su estómago gruño pues ansiaba el alimento.

—Muy bien, creo que es momento de comer—dijo cubriendo un bostezo con su mano.

—Eso quiere decir que tiene sueño, no ha dormido bien últimamente. Ha tenido que ser el soporte del señor Holmes todo este tiempo—pensó con rencor Louis.

Sherliam week 2023: Palabras dramáticas, hermoso dramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora