Familia

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Los nervios se enroscaban firmemente en el estómago de Wei WuXian mientras luchaba por sacar la silla de ruedas del maletero del auto

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Los nervios se enroscaban firmemente en el estómago de Wei WuXian mientras luchaba por sacar la silla de ruedas del maletero del auto. No sabía por qué estaba tan nervioso, ¡era Jiang YanLi! ¡Ella lo apoyaba en todo lo que hacía! Era su mayor animadora. Lo que explicaba por qué le dolía tanto ver emociones tan negativas en su cara cuando le habló del matrimonio.

Lan WangJi se lo había tomado con calma.

Como si se lo esperara. Wei WuXian no pudo evitar sonreír ante el hecho de que Lan WangJi estuviera dispuesto a pasar por tantos obstáculos por él. Después de dos años, Jiang Cheng finalmente se había acercado al otro alfa. Había sido una batalla larga y dura, pero Lan WangJi estaba demostrando estar dispuesto, o ser lo bastante testarudo, para librarla. Wei WuXian simplemente odiaba que Lan WangJi tuviera que pasar por esto otra vez.

Wei WuXian contuvo el aliento mientras acercaba la silla de ruedas al auto. Lan WangJi no estaba librando esta batalla solo. Wei WuXian iba a mostrarle a Jiang YanLi lo maravilloso que era su compañero. Lo maravillosa que era su vida juntos.

Simplemente estaba agradecido de tener más que suficiente experiencia controlando su propio olor ahora. De lo contrario, Jiang YanLi podría haber olido sus nervios a una milla de distancia. No quería que ella los confundiera con otra cosa. La puerta del auto se abrió de golpe y el rostro radiante de Jiang YanLi se asomó.

—Es preciosa A-Xian—, exclamó Jiang YanLi. Sus ojos se abrieron de par en par al contemplar la casa y sus alrededores. Sólo escucharla hablar hizo sonreír a Wei WuXian.

—El padre de Lan Zhan la hizo para su madre—, tarareó Wei WuXian en explicación mientras la ayudaba a sentarse en la silla. —Una de las cosas que hizo bien—. Añadió mientras cerraba la puerta del auto. —El lugar parecía un museo o un mausoleo cuando vine aquí por primera vez, pero lo hemos animado—. Le guiñó un ojo mientras se movía para empujar a Jiang YanLi.

—En realidad, A-Xian ¿puedo intentar empujar yo?— Ella preguntó vacilante.

—Por supuesto—, sonrió Wei WuXian, echándose hacia atrás. Las ruedas de la silla crujieron contra la grava mientras ella empezaba a empujar lentamente hacia delante. Recordaba haber intentado hacerlo todo por sí mismo cuando sufrió el derrame cerebral.

Sin embargo, dudaba que Jiang YanLi necesitara un encuentro con la cara llena de grava para aceptar ayuda. Se apresuró a abrir la puerta, pues ya había comprobado el espacio libre para la rueda la noche anterior con Lan WangJi. Su rampa sobre la escalera delantera no era bonita, pero serviría hasta que Wei WuXian pudiera salir a pintarla.

—Tenemos una segunda ayuda para la escalera, para la escalera delantera.— Wei WuXian tarareó mientras entraban en la casa. —En este momento sólo tenemos uno en la escalera trasera. Le di prioridad a esa, ya que está más cerca de tu habitación y de la cocina.

—A-Xian, esto es encantador—, Jiang YanLi suspiró mientras rodaba más adentro mirando a través de las puertas de cristal que daban al patio interior.

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