Taxi

Quemando Etapas

Por una vez en su vida, Miguel podía ver como la policía hacía algo. Si bien los detenían a todos, el incluido, por lo menos veía como por fin se llevaban a aquellos malhechores. No podía negar que aun no se creyera nada de lo que estaba ocurriendo, era difícil digerir tanto drama en poco tiempo. Buscó a su hija y la encontró saliendo con Xina y Peter del restaurante de la Tia Maya. La señora en cuestión, con su buen sobrino, se quejaban de la poca seguridad y algo más, con una ira y uso de su lengua nativa que llegaba a dar hasta miedo. Le sonrió a su compañero de piso, agradecido por tener a su hija.

Miguel no podía negar que la llegada a su vida de ese divorciado de mala suerte le había traído todo lo contrario.

" Como te están contra acusando de que les has atacado, tu también te vienes " le dijo Jefferson mientras lo esposaba

" ¿y mi hija? " fue lo único que quería preguntar mientras se dejaba llevar para que su pequeña Gabriella no viera como no había que enfrentarse a la inepta policía.

" Ella viene pero con el señor Parker y la señorita Kwan. Le ha cogido mucho aprecio a ese señor por ayudarla durante el tiroteo "

Miguel no pudo evitar sonreír ante los extraños súper poderes de súper padre de Peter. Con cierta dificultad entró en el coche patrulla. Jefferson entró y después de encender la radio en el día más genérico posible, se marcharon a la comisaría. El recibimiento no fue el mejor de todos, pero realmente le daba igual. Intentaba mantenerse positivo ante el pensamiento de volver a estar con su maravillosa hija. Serían una familia de dos, con la evidente compañía de Peter. La mimaría tanto que le daría diabetes de todo el cariño que iba a recibir. Nada más llegar a casa le haría una pequeña fiesta. Conocería a la pequeña Mayday, jugaría de nuevo con Spider Lego y jugarían a cualquier juego que ella quisiera. Luego ya volvería al colegio normal, la volvería a inscribir a futbol e iría incluso a todos los entrenamientos habidos y por haber.

"¿Estás ahí, O'hara ?" preguntó Jefferson

" Disculpa " le respondió rápido. Se fijo en como estaban en una sala de interrogatorios bastante oscuro. ¿sus impuestos como autónomo no servían para darle un poco de luz a este sitio? El agente estaba en frente suyo, con una sonrisa calmada "¿Ahora de que se me acusa?"

Si bien le pidió que explicara todo lo que había pasado, Miguel decidió no omitir detalle, dejando ver que ni él comprendía los motivos del propio secuestro de su hija. Él era ajeno a todo desde siempre, en cuanto pudo cortó todo lazo existente con la rica familia Stone porque sabía que era un nido de problemas, por lo que no llegaba a entender nada de una herencia o cualquier historia. Menciono al cotilla de Steve, ese chico al que si se llevaron, pues podía ser la única persona honesta que les pudiera contar que era lo que en verdad estaba ocurriendo. Admitía haber pegado a Stone, pero fue en defensa propia al ver que ese señor tanto le había dado una bofetada de niña pequeña como por haber sido la maligna mente maestra (o intento de ello). Ante su declaración, dejaron pasar a aquel señor, quien se veía completamente tranquilo a pesar de estar esposado.

" Tu hija es un encanto, Miguel, se portó tan bien durante el secuestro...  "

" ¿Perdona? " preguntó asombrado el agente de policía mientras que el mexicano simplemente suspiraba. Mismo comportamiento  desenfadado que la primera vez, ya no le sorprendía en lo absoluto. " ¿estás admitiendo a la primera que habéis secuestrado a una menor de edad? "

" Claro, tranquilo, ya lo hablé con mi abogado " dijo con una sonrisa " Mira, Kron nos pagó para retener a la niña por lo menos dos meses, en lo que contactaba con Miguel para que le cediera toda la herencia de los Stone. Al parecer su padre no confiaba en él para nada, y normal después de cortarle los frenos al coche de Conchata y al de su madre  "

" ¿Qué? " preguntaron a la vez Jefferson y Miguel ante la gran revelación

" ¿No hicisteis las investigaciones pertinentes cuando los accidentes de la señora Stone y Conchata? " preguntó a su vez el cotilla antes de reírse de la situación. " Si supieras todo lo que hay detrás de tu vida... da hasta miedo que lo sepa todo antes que tu, Miguel "

" Es que nunca me interesó " se sinceró Miguel " Tenía a mi hermano Gabriel y mi familia propia, no me hacía falta nada más... si incluso firme para que me dejaran en paz. Por eso no entiendo nada, Steve "

" Pida unas pizzas, señor Jefferson, que si les tengo que contar todo, nos quedaremos largo y tendido "

Aun sin terminar de entender todo lo que estaba pasando, pero con el morbo de querer conocer toda la historia de los famosos Stone, Jefferson acató esa orden. Pidieron dos de pepperoni y unos dr.pepper para poder entender todo el contexto en el que se movían. Ahí, descubrieron la telenovela más enrevesada jamás escuchada: cuernos, traiciones, amores secretos, accidentes provocados y sueldos mal pagados. Él era un simple agente de seguridad privado que se había visto envuelto en una extraña y compleja maraña de engaños y bajas pasiones. Pero lo más importante para Miguel no era escuchar como su madre fue la protagonista de una novela de sobremesa, más bien descubrir como siempre estuvo ese señor detrás financiando parte de sus progresos, teniendo cierto orgullo por ser el hijo que mejor le había salido, a contra de Kron. Todo lo que firmó realmente nunca tuvo un valor legal, más bien era un truco para hacer creer al fracaso de su hijo que ya tenía todo asegurado para que, de una vez, trabajara de verdad. A nadie le sorprendió que no hiciera nada y que se quedara sin nada al final. Por eso tomó venganzas bastante bajas contra la familia. El abogado le comentó que, si hablaba con él, le podía hacer la cesión de todo, pero como era imbécil, buscó el camino más complejo para nada: estaba sin un duro, entre rejas y sin posibilidad de salir por una buena temporada.

" Hay que ser idiota... " susurró el agente de policía atónito de escuchar la mejor telenovela jamás escrita " Es como Pasión de Gavilanes pero real... Bueno Miguel, eres multimillonario y no lo sabías, como ahora hacen los coreanos y los turcos... "

" Y dale con eso, si no quiero nada de esa gente. Con mi hija de vuelta ya soy feliz " repitió bastante cansado de toda la conversación " que el estado lapide todo eso y me deje vivir de una vez "

" Piénsalo, Miguel, ya que tienes toda esa fortuna... ¡aprovéchala! Ya me gustaría tener todo ese dinero para mantener a mi hijo sin preocupaciones en su etapa universitaria "

" Me lo pensaré... por ahora, quiero estar con Gabriella "

Dieron por cerrado el interrogatorio y salió, bastante cansado. La cabeza le daba tantas vueltas que se sentía como una extraña peonza. Buscó con la mirada a su hija. La vio sentada al lado de Mayday, jugando a las palmas mientras que Peter las observaba de pie, con los brazos cruzados y una sonrisa de padre orgulloso. Parecía que Xina se había marchado o estaría igual de interrogada que él. Se acercó a ellos con paso tranquilo, queriendo disimular su nerviosismo y felicidad. La había extrañado de tal forma que daba miedo, pero esa angustia se disipaba con cada carcajada que soltaba la pequeña. Sonora, de aquellas que más de uno se giraba curioso de ver porque su hija se reía. Peter lo recibió antes que ella, con un abrazo de alivio que no tardó en corresponder con todo ese respeto, cariño y agradecimiento que le tenía. Se quedaron mirando por un momento, sin saber que decir. Pudo ver un leve sonrojo por parte de su amigo, algo que no terminaba de comprender porque, pero le hacía gracia. Sonrió y aquello hizo que el contacto entre ambos se rompiera, pues Peter se giró para dejar de tenerlo. Decidió restarle importancia, sería el sentimentalismo del momento.

" Xina se ha ido ya y nosotros ya estamos listos para volver a casa, ¿verdad niñas? "

Gabriella se fijo en su padre y saltó de la silla para poder abrazarlo.

Si, después de tanto tiempo, por fin podía abrazar a su hija.

Y con su hija en brazos, al lado de Peter y Mayday, regresaron a su casa.