𝗙𝗔𝗞𝗘 || ɢ!ᴘ

FAIV

Lisa no sabía ni como llegó a esa habitación de hotel, solamente sabía que tendría sexo. Tampoco sabía con quién pero sería interesante, de todas formas necesitaba superar a Roseanne.

Jennie la besaba con suavidad, mientras estaba sentada en sus piernas. Besaba bien.

Lisa la tomó posesiva mente de la cintura, lo que hizo que la castaña enrredara sus brazos en su cuello e hiciera de ese beso un poco más intenso.

Ambas lo necesitaban.

Lisa bajó sus manos a las nalgas de la chica y después adentró una debajo de su vestido, tocando la piel de su trasero, mientras que con la otra apretaba por ensima de su ropa.

Jennie empujó a la contraria en la cama, para después subirse sobre de ella y llevar las manos contrarias hasta su pecho.

—Lisa~ follame, hazme tuya, hazme gritar tu nombre~ Lisa por favor, déjame sentirte dentro de mí —pidio en susurro.

—Mañana no caninas, mi nena sexy.

Adentró sus manos en el vestido, tocando sus pechos mientras le otra iniciaba a bajar sus bragas, Lisa la detuvo.

—Yo te voy a desvestir.

— Hazlo ya, te quiero ahora, follame duro.

Con una pequeña risa, bajó lentamente las bragas de la menor, para así tomarla entre sus manos y botarla.

Después inició a bajar su vestido, mientras que la otra besaba su cuello y acariciaba sus pechos.

Estando solamente con su brasier, liisa la dejó debajo suyo y llevó su boca hasta su única prenda, la tomó con sus dientes y tiró de ella, para así quitárselo.

Pronto ya la tenía completamente desnuda.

Tomó uno de sus pezones y lo llevó a su boca, mientras lo jugaba y succionaba.

—Ah~ Lisa, me encanta~ Ah~

Pronto, Lisa se quitó su ropa y se lanzó en un beso desperado a su sumisa. Ésta seguía el ritmo y jugaba su lengua con la contraria.

Después bajó de la cama y empezo a masturbar el miembro de la chica. Hacía movimientos con sus manos y daba una que otra lamida.

— Oh~ que rico lo haces.

Jennie sonrió y se sentó sobre el miembro, para luego moverse de un lado a otro y así poner a Lisa más dura, para que cuando la tomara no tuviera piedad.

Lisa acostó a Jennie y la abrió de piernas, para quedarse viendo sin ateverse a entrar en ella.

— Lisa, entra en mí y hazme tuya~, vamos por favor —dijo mientras acariciaba su vagina y con una mano la llamaba.

— Tu lo pediste.

Se posiciono entre sus piernas y alineó su miembro, después lentamente entró en ella, haciéndola gemir duro.

Después inició con las envestidas, haciendo con cada una, a Jennie en un verdadero mar de gemidos.

La subió ensima suyo y pidió.

— Salta.

Inmediatamente la castaña acató, saltando sobre su miembro, logrando así que sus pechos se movieran, lo que excitaba más a Lisa.

—Ah~ Lisa, se siente tan bien~

— Si bebé.

— Dime cosas sucias Lisa, vamos dilas.

— Tu culo me excita, quiero tenerte en cuatro toda la noche, eres mi zorrita, salta sobre mi polla —susurraba en su oído.

— Tu pene es mi favorito, tus besos son una adicción, quiero que me folles en todos los lugares.

Ambas estaban perdidas en esa lujuria y deseo. Jennie dejó de saltar y se inclinó a lamer y jugar con los pechos de Lisa.

Siguió jugando por un rato con los pezones, para después dejar que Lisa la comiera a besos.

Disfrutaba cada minuto y deseaba que no terminara, quería tener ahí a Lisa, follandola como le gusta.

— Lisa ~ en verdad te deseo, siempre lo he hecho.

— Yo quiero que me entregues tu cuerpo, eso me emociona.

— Me prendes, juguemos un poco más.

💋

Por otro lado, Yunki y Roseanne tenían una discusión, puesto que ella ardió en ira al saber que su novio fue a ver a Lisa.

—No puedes, ella no es importante, ¡No puedes amenazarla si yo no te lo digo!

— Ella te cogió y tú aceptaste, solo hablamos, pero sí la amas, con gusto terminamos.

— ¿Quieres terminar conmigo?

— Tú lo estás pidiendo, zorra infeliz —recibió una cachetada.

— ¡Zorra tu puta madre! A mí me respetas.

— Tu a mí igual Roseanne Park, escúchame, sí vas a seguir así lo mejor será alejarnos, cara bonita.

Tomó su abrigo y sus llaves para salir del departamento.

— Oh mira —le lanza su celular — Lalisa Manoban y Park Jennie.

Inmediatamente Roseanne observó la pantalla y era totalmente verdadero. Era Lisa, la cuál tenía a su prima recargada de la barra en un bar, mientras se besaban.

Roseanne sirvió un poco de vino en una copa y observó atentamente la fotografía. Rió y después botó el celular.

— Bien, Lalisa Manoban me perdiste, Lee Yunki ahí voy.