Capítulo 4

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Dos días antes de navidad.

Los días eran mucho más fríos de lo normal, todos estaban ocupados y mi grupo y yo no éramos la excepción, la presión que se ejercía era mayor de lo que ya era. Pronto sería el debut y los ensayos eran cada vez más perfeccionistas, más esfuerzo, más perfección.

Era tiempo de descanso pero aun seguía en la sala de ensayos. Soobin insistió que debía descansar un momento pero no había tiempo para eso. Algunos pasos aún me costaban y aunque los demás me repetían una y otra vez que realmente me salían bien yo no estaba satisfecho.

—Solo practicare un poco más no debes preocuparte —digo con la voz agitada y cansada, una sonrisa se dibujó en mi rostro. Soobin parecía no muy convencido de lo que le decía pero aun así me dejó en el estudio amenazando que si no descansaba el mismo vendría a sacarme de la sala de prácticas.

Yo sólo niego y le saco la lengua de forma juguetona aun sonriendo. Me miró directo al espejo, y por un momento vi mi cuerpo delgado ¿desde cuando comencé a adelgazar tanto? Mis dedos pasan por mi cabello húmedo debido al sudor. Solo practicaría un poco más.

Pongo la música y comienzo con el ensayo. Mi cuerpo se mueve con fluidez y ritmo, mi vista se concentra en el espejo frente a mí analizando mis expresiones y cada movimiento de mi cuerpo. La música sigue y en el siguiente paso doy un mal paso y caigo al suelo. Mi respiración es agitada y cierro los puños de frustración.

Me levanto de nuevo y comienzo a ensayar de nuevo, sin darme por vencido. Después de una hora decido parar, mi cuerpo cae al suelo por el agotamiento. Mi pecho sube y baja con rapidez. Mi boca da grandes bocanadas de aire intentando conseguir un poco de oxígeno.

¿Esto era lo mejor que podía dar?

Una sonrisa rota aparece en mi rostro mientras observo la pared. Todo esto era patético, yo era patético.

Pensamientos intrusivos comenzaban a llenar mi cabeza, pensamientos negativos e hirientes pero antes de que me perdiera en ellos mi celular comenzó a sonar. Hago mi mayor esfuerzo por levantarme. Camine directo a mi mochila y saque mi celular.

Lo primero que logré visualizar era el nombre de la persona que me marcaba.

— ¿Changbin? —Estaba más que confundido, él solía estar ocupado a estas horas aun así respondí.

— Ah, que alegría que me contestaras, pensé que estarías ocupado —Dice Changbin aliviado mientras suspira, por lo que pude ver parece que estaba en su habitación.

—Solo estaba practicando —digo mientras trato de regular mi respiración.

—¿Todavía? Se supone que a estas horas deberías estar descansando —Dice confundido, su mirada se torna más oscura y seria — ¿Acaso te estas saltando los recesos?

Te diria te amo pero no es correctoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora