-Yeonjun debes de creerme lo que te digo... yo realmente te...
-¡No! ¡No lo digas! -Mis ojos se llenan de lágrimas y siento mi corazón romperse. -No está bien decir te amo cuando amas a otra persona ¡No es correcto decir palabras que no sientes! .
Aviso: Tuve que resubirlo porque Wattpad hizo de las suyas y puso lo que quizo. Este capitulo me costo mucho escribirlo. Gracias por su espera, recuerden comentar y compartir.
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Narra Changbin
El silencio del hospital era abrumador. Mi muñeca estaba esposada al barrote de la camilla, mi cabello aún estaba húmedo y mis manos temblaban. Una enfermera atendía las heridas causadas en mis muñecas por los golpes que le di a la puerta de cristal de la empresa para poder entrar.
—¿Con que te lastimaste? Se nota que golpeaste algo con todas tus fuerzas ¿intentaste romper cristales? —Dice la enfermera mientras limpia con alcohol y algodón las cortadas que tenía.
—Lo hice... pero no fui lo suficientemente rápido —Susurro observando como el algodón se llena de sangre, esto ardía, dolía pero no tanto como el pensar que había llegado tarde.
—Ya veo... —Los ojos de la enfermera se posan en mi mano izquierda —Debiste entrar a un lugar que no debiste.
—Así fue...pero no me arrepiento de nada—Mi voz sale fuerte y seria mientras observo mi mano —Hice lo que tuve que hacer para poder salvar a alguien.
—Debe de ser una persona muy importante para ti —Susurra la enfermera mientras me venda la mano.
—Lo es... Él es demasiado importante para mí —Las palabras salen sin mi consentimiento pero tampoco me siento mal al decir algo que es cierto.
Noto como la enfermera sonríe. Se levanta después de terminar de curar mis manos.
—Entonces no debes de estar triste, hiciste lo que pudiste por esa persona.
No lo suficiente...
—Descansa un momento, estoy segura que será un día ajetreado —Tras decir esas palabras ella se retira dejándome solo. Mis ojos observan por todos lados ¿por qué todo esto estaba pasando? ¿Por qué ahora?
Desvió la mirada a la ventana observando como la nieve caía y sin poder evitarlo los recuerdos vienen a mi mente.
El 3 de diciembre conocí a YeonJun, recuerdo cómo lucía, su cuerpo temblaba y sus ojos avellanas estaban llenos de lágrimas. Era la vista de alguien que luchaba por mantenerse vivo, una estrella que luchaba por mantenerse brillante en la noche oscura, negándose con todas sus fuerzas a dejar de brillar.
Mi hermosa flor gerbera.
—Avanzaremos juntos, cada logro que obtengas ya sea grande o pequeño
Mi corazón late de una forma apresurada y aprieto mis puños. Su sonrisa, su pureza... no puede proteger nada de eso.
—¿Realmente soy tan incopetente? —Susurro con la voz rota, sin poder evitarlo derramó lágrimas.
Mi hermosa flor había sido arrancada de una forma tan brusca, sus pétalos fueron maltratados y fue pisoteada sin piedad y no estuve ahí para ayudarlo, no pude responder sus llamados de súplicas a tiempo.
