Uno

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- Nos cansaste- le hablo con un tono harto su madre- Siempre es lo mismo con vos, no te podes comportar, sos increíble- hizo una pausa- Nosotros no te educamos así. Te dimos todo, todo Julian, nunca te negamos nada, tuviste todos los lujos desde chico, ¿Y así nos agradeces?

Julian estaba sentado en el sillón frente a sus padres los cuales se encontraban sentados en sillas con una expresión seria.

- Siempre te dijimos que ese grupo con el que te habías empezado a juntar no era bueno para vos, y desde que lo hicieron, cambiaste para mal- Su padre enserió estaba decepcionado y eso lo hacía poner mal.

El menor no decía nada, tenía su mirada hacia el piso. Sabía que la cagada que se había mandado no iba a ser fácil de perdonar.

- Prepárate las cosas- dijo sin más su madre- te vas con tu tía al campo.

De golpe, el menor se paro.

- ¿¡Qué!?- grito.
- Te vas a trabajar al campo Julian- su padre hablo seco.
- No no pa, ma, por favor, háganme hacer cualquier cosa menos ir al campo- suplicaba con sus ojos llorosos.
- ¿A vos te parece que tenes derecho a pedirnos algo?- pregunto el mayor.

Su madre sólo lloraba, no podía ni hablar.
El menor se habia dado cuenta de lo que había generado, estaba arrepentido, enserió, quería regresar el tiempo para atrás y hacerle caso a  sus padres cuando le habían advertido como eran ese tipo de personas.

- Pa...- intento hablar Julian.
- Anda a prepararte ya las cosas. Mañana a primera hora te vas.- Y ahora hablaba enserió, y lo peor, era que sabía que esta vez no se iba a poder safar. Quería llorar, tenía ganas de llorar.

Se paro y sin decir nada se fue a su habitación. Comenzó a guardar las cosas que iba a necesitar por no sabia cuanto. Hace mucho no veía a sus primos, ¿Cómo estarán?. ¿Qué iba a hacer el sin Internet?. ¿Qué iba a hacer el en el campo?. Ya no tenía ganas de pensar en eso. Termino de guardar sus cosas y se fue a dormir.

Al otro día, a las 6 de la mañana, su padre lo levantó. El menor desayuno un café y unas galletitas. Sus padres le dijieron que se apurara por lo que se lavo los dientes, busco su bolso y se fue.
El viaje era largo, 5 horas. En el momento que subió, se recosto en la ventana y se durmió. Apenas despertó cuando frenaron al llegar en donde se iba a quedar por no sabía cuánto tiempo.
Miraba a su alrededor, a la izquierda, la casa de sus tíos, con otras cosas cercanas. A su derecha, era literalmente todo campo. Prendió su celular, lo suponía, no tenía nada de señal, nisiquiera los datos le servían.
Sus padres le dijieron que baje, y sin decir nada, les hizo caso, llevándose con el su bolso.
Estaban los tres frente a la puerta de entrada de la casa de sus tíos. El se encontraba nervioso, su madre tenía un aura triste, y su padre una expresión seria. Unos minutos después de tocar, la puerta fue abierta por su tía Maga, la cual los invito a pasar con una sonrisa.
Se sentaron en la mesa del comedor, su tía llamó a uno de sus primos para que le mostrase el lugar. En ese momento, bajo por las escaleras un chico alto, morocho y de ojos oscuros el cual le costó reconocer.

- ¡Lionel!, que grande que estas porfavor- hablo su madre en el momento que lo vio.
- Hola Tía, hola tío- saludo con un beso en la mejilla a cada uno.- Hola Juli, ¿Cómo andas?- hizo lo mismo con su primo.
- Que cambiado que estas Lio- dijo sorprendido.

El más alto solo le sonrio .

- Ma, ¿Para que me llamabas?- le pregunto a Maga.
- Mostrale a Juli la casa, hace mucho no viene, no debe acordarse nada- ordenó.
- Bueno, vamos Juli- dijo Lio, a lo que el menor no dijo nada y lo siguió.

Subieron las escaleras y se fueron hacia la derecha. Entraron por una de las dos puertas. En la habitación encontrabas una cama y a su lado un colchón con mantas en el piso.
Lio se sentó en la cama mientras veía como su primo dejaba si bolso en el colchón para luego hablar directo.

Castigo (Enzo Fernandez x Julian Alvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora