Dos

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Ho-hola soy Enzo- saludo lo más amable posible.
- Ju-julian - Sonrio.

Se quedaron unos segundos mirándose, aunque pata ellos fueron siglos, hasta que les llamaron la atención.

- Bueno, eh... ¿Jugamos?- pregunto Lean.
- Si, porfavor- respondió Román.

Los dos chicos salieron de su tranze para seguir lo que los otros estaban haciendo.
Entre todos se dividieron en equipos y estuvieron jugando un rato bastante largo. Dos horas y media más o menos, hasta que estaban todos estaban lo suficientemente cansados para finalizar.
Se sentaron un rato en el pasto y todos comenzaron a charlar.

- ¿Cuando se fue Agus?- pregunto Paulo.
- A mitad del partido- respondió Juli.
- ¡Que buenos botines que tenes Juli!- le dijo Pablo sonriendo.

A Juli se le hizo una media sonrisa y los miro.

- Gracias- sonrio- de todas maneras me traje los más viejos por que no quería que se me rompan.
- ¿Enserió son los más viejos?, están muy nuevos- Pablo estaba sorprendido.
- ¿Ustedes no usan los suyos?- pregunto en general.

Todos se quedaron callados mirándose entre si.

- No todos tenemos la posibilidad de tener botines- comento Román, no molesto, pero pensativo.
- Yo y Paulo tenemos, pero están viejos y los usamos para ocasiones especiales- sonrio.

Dejaron de hablar al escuchar un grito proveniente de la cancha. Enzo había tirado al ángulo, en el izquierdo arriba, y estaba emocionado.

- ¿¡Vieron eso!?- gritaba- no puedo ser tan bueno boludo.
- Na bue, te alagas vos porque no tenes a nadie que te lo diga- le dijo Leandro.
- Boe, hablo el "Don minitas"- hablaba sarcástico el morocho.
- Que a vos no te den bola no es mi culpa- dijo el ojiclaro.
- ¿Qué no me van a dar bola? Si a cualquiera se la dan. No pueden estar más necesitadas. Además, a mi no me gustan ellas, vos ya sabes como soy yo- Estaba feliz Enzo.
- ¡Negro!- le grito Rodri.
- Don blanco por suerte- sarcástico lo dijo.

Todos se reían, las peleas entre esos tres eran buenísimas.
Comenzaba a anochecer. Se hacia tarde. Pero ninguno se iba, alguno hacían penales, y otros estaban sentados todavía, más específicamente, Pablo y Julian, los cuales charlaban de sus orígenes.

- ¿A qué edad te viniste de Cordoba?- le pregunto Juli.
- Yo tenia 10 y Paulo 8.
- Que chicos que eran.
- ¿Y vos a capital a que edad te mudaste?
- A los 11 ya cumplidos.
- No fue hace mucho, ¿Cuanto tenes?, ¿15?- pregunto.
- Sii- sonrio.
- Como Enzo.
- ¿¡Enserió!?- estaba sorprendido.
- Si, ¿por?
- ¡Parece más grande!, pensé que tenía como Lionel y vos- explico.
- ¡Si!, el negrito parece más grande- reía Pablo.- hablando de el, me parece que le llamaste la atención, y mira que para llamarle la a atenciona Enzo tenes que ser o estar- eh hizo un movimiento para que entendiera.

Julian solo reía, no encontraba otra forma para quitar su nerviosismo.
Cuando Pablo se dio cuenta, prefirió cambiar de tema.

- ¿Es lindo Buenos Aires?- pregunto.
- ¡Si!, es muy lindo, pero extraño mucho Cordoba, me encantaba vivir ahí.
- Cordoba es hermoso- sonrio Pablo nostálgico.
- ¿Cuando se llevan con Paulo?- pregunto sin más el menor.
- Dos años y un mes, no es taaaanto. ¿Vos tenes hermanos?
- No no, soy hijo único- sonrio.
- ¿Te gustaría tener?
- A veces si, para no mandarme tantas cagadas yo solo, pero que todo lo que compran mis papas sea para mi me encanta.
- Esa debe ser la mejor parte- le quería preguntar otra cosa, pero no sabia si correspondía o no- Y... Juli, ¿Por qué estas acá?- se ariesgo.
- Bueno... Estuve como tres meses mandándome cagads tras cagada, hasta que la última no me la dejaron pasar y como penitencia estoy acá- explico-Como Siempre- eliminando partes.
- ¿Cuanto tiempo te quedas?- hizo otra pregunta el de rulos.
- Te voy a ser completamente sincero, no tengo ni la más remota idea- y luego de eso soltó una carcajada la cual se la contagio al mayor.

Ninguno sabía porque pero se habían tentado de la risa, no podían parar.
Todos dejaron de jugar y los miraron riendo en el piso, todos estaban sorprendidos, se habían llevado muy bien.
Siguieron jugando, pero esta vez, los dos restantes se unieron.
Ya eran las 9:30, por lo que todos se tuvieron que ir rápido ya que no llegaban a comer, aunque dos de los 8, seguían jugando. Enzo y Julian.
Hacían 1 contra 1, y sorprendentemente iban bastante parejos, Julian y Enzo estaban en un nivel muy similar y eso les divertía ya que podrían tener la oportunidad de competir.

- ¡Julian hay que irnos!- grito Lionel el cual estaba junto a Pablo.

El cordobés se dio vuelta y fue corriendo para agarrar sus cosas y seguir a su primo.
Se despidió de todos, pero en el momento de hacer lo mismo con Enzo, dejo su mano entrelazada y lo intento convencer de algo que nadie más escucho.

- La próxima que vengamos a jugar, volvemos a hacer lo mismo para ver quien es el mejor- propuso Enzo.
- O si no, todo el tiempo en el que me quede- ofreció Juli.
- Anotamos entonces- dijo en Morocho.
- Bien, acepto- Sonrio Julian.
- Acepto- Y esta vez lo hizo Enzo. El mayor estaba sorprendido. Enzo tenía una sonrisa hermosa. Había quedado atontado.
- ¡Dale Julian!- volvió a gritar Lionel.
- ¡Voy!- se dio vuelta para volver a saludar a Enzo- ¡Chau Enzo!, nos vemos la próxima- y así se fue corriendo hacia donde estaba Lionel.

Iban caminando por las calles oscuras Lionel y Julian.

- ¿Como la pasaste?- pregunto el mayor.
- Muy bien, soy re copados los chicos- Juli estaba contento, había disfrutado al máximo el día.
- Me alegro. Mañana a la mañana arrancas la escuela, a la tarde tenemos que ir a ayudar a papá y después si nos queda un rato jugamos a la pelo o hacemos alguna otra cosa- explico Lio.
- Bueno- no tenía ganas de ir a la escuela, y menos ahí que no se llevaba con nadie.

A los 20 minutos más o menos llegaron. A la comida el faltaba un ratito. Su tío se estaba bañando y su primo Agustín todavía no había llegado.

- ¿Y Agustin?- pregunto su tía Maga que recién había entrado al comedor.
- Fua a lo del Colo- hablo su primo.
- Que raro- dijo sarcásticamente para luego volver a la cocina.
- ¿Quien es el Colo?- le pregunto Juli a Lionel.
- El mejor amigo de Agustín, se llama Valentin pero le decimos Colo.
- Aah, ¿Por qué no fue hoy?- pregunto.
- Probablemente tendría que ayudar a su padre.

Cuando Lionel terminó de explicar, la puerta se abrió y entró su primo menor.

- Hola chicos- Saludo a su hermano y primo.
- ¿Cómo está el Colo?- pregunto Lio.
- Bien bien- contestó.

Su madre entró con la comida y la puso en la mesa para luego llamar a su marido que estaba arriba terminando de cambiarse.
Su tío bajo y los cinco se sentaron a cenar.

- ¿Por qué estas tan sucio Agustin?- le pregunto su tío a su primo.
- Estuve con Valen ayudándolo con el campo- explico- después nos pusimos a jugar a la pelo.
- Ah pero cuando me tienen que ir a ayudar a mi con el campo te vivis quejando- reprocho.

Agus nada más rio y siguió comiendo.

- ¿Cómo la pasaste vos Juli?- le pregunto su tía.
- Muy bien, son muy buenos los chicos- sonrio.
- Me alegro. Mañana vas a la escuela con ellos.
- ¡Si!, me explico Lio
- Bien- lo miro feliz su tía.

Al rato terminaron de comer, se fueron a lavar los dientes y luego a dormir.
Estaba nervioso por su primer día en una nueva escuela.

Castigo (Enzo Fernandez x Julian Alvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora