𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎

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-Entonces ¿Tenemos un trato?- pregunto Müller dejando a la vista el contenido de ese maletín, esperaba la respuesta de su contrario.

Todavía recuerda ese día como si fuera ayer, tendría alrededor de 20 años era un joven portugués con ganas de comerse el mundo, muy habilidoso para cualquier tipo de estrategia gracias a las enseñanzas de su padre, lo convocaron para servir de asistente del artista plástico Bobby Robson quien venía de triunfar en varios escenarios ingleses, ahora estaría a los servicios del Club Barcelona, tomo sus pocas pertenencias y las empacó en una maleta junto a sus sueños y esperanzas, se despidió de su madre y le dió un apretón de manos a su padre, finalmente se marchó de
su querida Portugal a Barcelona.

Los primeros meses fueron muy complicados, a parte de ser asistente del inglés también era su traductor ya que comunicarse con los modelos era imposible, pasaba con ojeras y apenas comía, pues su trabajo verdaderamente era demandante, a parte duras penas tenía amigos o salía a divertirse, habria entablado un par de conversaciones con Luis Figo e intercambiado un par de palabras con Luis Enrique, pero nada más allá de eso, su suerte cambio ese día de otoño que cierto modelo embajador llegó a la agencia.

Luego de haber terminado una gira por Suiza,Pep Guardiola volvía a su casa, Club Barcelona, el presidente de la empresa le dió la bienvenida y le presento a su nuevo asesor.

-Pep, quiero darte la bienvenida al barça, aplaudiendo tu desempeño en Suiza y felicitandote por todos tus éxitos, te presento a nuestro nuevo asesor, el Sr. Bobby Robson y el es José Mourinho su asistente y traductor.

Guardiola se presentaba con Robson mientras Mourinho traducia toda la conversación, una vez terminaron las presentaciones y todos se empezaron a retirar, Pep se acercó a José.

-Mucho gusto, me llamo Josep Guardiola, pero llamame Pep- dijo amablemente el muchacho, cosa que dejó a José extrañado

-Eh... Mucho gusto Pep, soy José Mourinho

-No eres de aquí ¿Verdad?

-Pues la verdad es que no, soy de Portugal

-Bueno José, espero y pronto podamos seguir hablando, me tengo que ir... Adiós- dijo el español, quién diría que ese simple intercambio de palabras despertarían en el una chispa, que estallaría cuando vio al portugués haciendo su trabajo.

Fue en una sesión dónde participarían todos los miembros activos del Club Barcelona, Mou habría pasado todo el día organizando para que saliera bien, Pep como socio del Club Barcelona estaba ordenando a sus compañeros, pero nadie obedecía las ordenes de Pep, José al ver que tenía problemas para dirigir se acercó

-¿Tengo que repetiros una vez más que se formen? ¿Que sois, críos? ¡Están aquí representando a Club Barcelona, no pueden desprestigiar a la institución- dijo molesto mientras se acomodaba el cabello, todos obedecieron a José sin rechistar.

Mou demostró ser un jefe bastante estricto y perfeccionista, todo sus esfuerzos le valieron para que lo asciendan a segundo diseñador, también logró entablar una buena amistad con Pep al punto que en todos sus viajes el español llevaba al portugués. Su relación tuvo un giro de 180 grados esa noche, cuando Club Barcelona celebraba su centenario, los directivos organizaron una celebración en el hotel The One Barcelona, todos los empleados disfrutaban del ambiente, bailaban, tomaban y gozaban por un buen año, por otra parte José Mourinho y Pep Guardiola estaban encerrados en una habitación VIP, una cosa llevo a la otra y lo último que recuerda José fue haberse besado con el español.

Pero a veces por más que nos esforzamos, las cosas no salen como lo esperamos, José lo experimentaría ese día.

-Hoy, mañana y siempre... Con el barça en el corazón- declaraba a la prensa con una mezcla de rabia, amargura, resentimiento y nostalgia.

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