Armas Pasivas (Cayde-6×Reader)

Prólogo

Cayde-6, cazador y líder de cazadores de la Vanguardia. Si le preguntan a él, dirá que es un puesto aburrido y que no es para él, pero quién diría que por una apuesta pérdida terminaría siendo el líder de una banda de rebeldes y escurridiza faccion que no es capaz de seguir órdenes simples, obviamente Cayde-6 debía ser la máxima representación para los odiados cazadores.

"Burlesco, sarcástico y para nada serio" eran las palabras relacionadas a su persona, por lo que verlo caminando con un semblante serio solo era signo de que algo importante estaba pasando. Sus botas resonaban en el concreto de la Torre, varios trabajadores y guardianes volteaban a verlo con inmenso suspenso. Su mirada fija en el camino, sus puños cerrados, su flameante capa volando como si de una película de acción se tratase hacía a varios individuos seguirlo con la mirada.

Su caminar terminó frente los banquillos del local de Ramen Picante, sus manos cayeron abiertas sobre la mesada, haciendo exaltar al cocinero que cocinaba de espaldas al líder.

-...Dime que no es cierto- Preguntó Cayde-6 con la cabeza baja y una voz decepcionada. El cocinero estaba por responder cuando de repente, el cazador alzó la mirada y gritó sin vergüenza- ¡¿Cómo se te ocurre quitar el ramen picante?! ¡Por algo tu local se llama ramen picante!-

- Señor, usted es el único que lo pide. Cambiaremos el letrero en unos días- Cayde-6 golpeó nuevamente la mesada con las palmas abiertas- Por favor, deje de hacer eso- El cocinero no sabía que expresión hacer, pero lo último que quería era que el cazador asustara más a la clientela.

- ¡Estás perdiendo a tu mejor cliente, amigo!- Gritó mientras levantaba los brazos indignado y caminaba al revés. Sin esperar respuesta alguna emprendió camino a el Hangar, donde lo esperaba su nave tan distintiva y única entre las naves de formas peculiares y brillantes colores pertenecientes a otros guardianes.

Se adentró en su nave buscando en los pequeños gabinetes improvisados que tenía una pequeña pieza para continuar con su proyecto de nueva extraña arma. El pequeño micro transmisor cayó del gabinete golpeando el suelo y causando que se encendiera y mostrará una pantalla. Cayde-6 alzó el aparato viendo detenidamente la imágen de quién alguna vez fue la eco con la que se encariñó tan rápido.

Una simple imagen, era la escuadra de 6 integrantes en las puertas de un antiguo templo de la colmena, todos estabas mostrando sus relucientes armaduras y armas, al igual que Cayde-6 y _____-8, esas sonrisas en sus rostros lo decían todo, alegría y orgullo en su máximo esplendor.

El cazador suspiró con melancolía y tristeza mientras se dejaba caer en el suelo de al nave, apoyó su espalda en la pared. Sus ojos viajaron por la imágen, focalizando el rostro de la exo en un silencio que se podía describir con una palabra "Gris".

- La extrañas ¿no es así?- Sundance sonó en la cabeza del explorador. El mismo estuvo unos segundos sin contestar por estar inmerso en sus pensamientos.

- Debí ir por ella apenas llegaron los Cabal- Suspiró pesado sintiendo la culpa en su pecho.

- No sabías lo iba a pasarle, no te culpes- Dijo la espectro tratando de convencer a su guardián.

- No es eso... Es simplemente que aún no  creo que unos cabales lograrán matarla- Dijo apagando el dispositivo y guardándolo en su bolsillo.

- Eso no lo sabes-

- Dile eso a los pedacitos de su espectro- Reprochó con desdén a Sundance. El cazador se levantó sacudiendo su capa y caminó afuera de la nave. Su espectro sólo pudo suspirar al recibir la misma respuesta del vanguardista por más que discutieron el tema en varias ocasiones.

El Hangar por la noche era un lugar mucho más silencioso, solo era el ruido de las naves de Guardianes solitarios volver de misiones y uno que otro integrante de Clan tratando de convencerlos de ser miembro de su grupo.

Momento ideal para Cayde-6, su prototipo de arma estaba casi por ser terminado, algunos nombres que el cazador estuvo pensando fueron "Cerebus 4" "Cereberus y uno más" o "Cerberus +1". Los planos y documentos estaban esparcidos en su mesa de trabajo, el sonido constante de la luz era un vago intento de distracción en los pensamientos del cazador. Desde que recordó esa imágen no podía parar de pensar en los extraños acontecimientos que llevaron a la desaparición de su compañera.

Simplemente nada cuadraba. El ataque sorpresa de los Cabal. ¿La carcasa destruida del espectro de ______-8? ¿Y sin un su cuerpo a un lado? Los Cabal eran conocidos por llevar la cabeza de sus víctimas como cinturón y ninguno traía la cabeza de _____-8. Además, la nave de la exo no se encontraba en el Hangar.

Las manos del cazador se movían bruscas mientras trataban de insertar una pieza en el prototipo del arma. La mirada de Cayde-6 era angustiada.

Puede ser la posibilidad de que la guardiana haya escapado del ataque, pero no fue al refugio en la ZME, tampoco a la ZMA. Si es que fue ella la que conducía la nave, entonces habría dado el aviso a la Vanguardia o mínimamente a Cayde-6, quien era de los pocos, sin decir el único, al que le tenía suficiente confianza para pedir ayuda.

El instrumento salió volando del prototipo golpeando varias esquinas hasta golpear el vidrio de una pobre nave que se encontraba cerca. Cayde-6 volteó lentamente hacía el impacto y regresó a su prototipo fingiendo no haber hecho nada.

Suspiró cuando vió que el dueño de ésa nave no se encontraba presente y decidió dejar su arma para otro momento, apagó las luces de su mesa de trabajo y caminó a una habitación apartada del Hangar, se podría que era una habitación secreta. Una cama mal tendida, un par de balas en el suelo y piezas de colibrí era lo que la decoraban. Cayde-6 caminó hacía la cama y se recostó con las manos en su nuca mientras observaba el gris y comentado techo que lo cubría.

- ¿Dónde estás, enana?- Fueron sus últimas palabras antes de caer en dormido sobre esa cama gris y blanca.