Ni-ki y Sunoo terminaron su relación hace más de 10 años y su hija, Minji, hace todo lo posible por averiguar las razones.
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> Sunki / Sunkimin (enha y nwjn)
> Angst, Drama, Comedia, Romance.
> Slow Burn y "enemies" to lovers.
> Cambio de edad...
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¡AVISO!
el siguiente capítulo contiene contenido +18 / smut.
2004.
Okayama, Japón.
Ni-ki amaba absolutamente todo de Sunoo.
Y cuándo digo todo, amigos míos, me refiero a literalmente todo, TODO de él.
Es que aún no podía creer que contaba con el novio más lindo del universo, con el corazón más precioso de todos, con la más hermosa sonrisa, hermoso cuerpo, hermosos ojos... absolutamente todo de él era hermoso.
Durante todo su tiempo de relación que mantenían, Ni-ki había aprendido a conocer cada parte de Sunoo. Y cuando hablaba de cada parte, se refería a cada uno de los pensamientos del menor; sus demonios y sus preocupaciones. Sin embargo, aún había algo que Ni-ki no conocía, algo que se había muerto por ver y conocer todo este tiempo.
Su cuerpo.
En todo ese año de relación ninguno había querido dar "el siguiente paso". No se sentían seguros de hacerlo y no porque no quisieran, era más bien el miedo a hacerlo tan jóvenes.
Y es que ambos aún asistían a la escuela secundaria. Ni-ki estaba cerca de graduarse, ese era su último año en la escuela antes de ingresar a la universidad. Por otro lado, Sunoo es solo un año menor que él, por lo que también está en solo un grado más bajo.
Ese era su último año juntos en la escuela, pero ambos aseguraron tener un fuerte amor a distancia en caso de que Ni-ki asista a la universidad que su mamá tanto quiere que vaya.
O al menos eso era lo que ellos creían.
Para conmemorar el inicio de su relación, Sunoo decidió hacerle una gran sorpresa a Ni-ki, quien curiosamente también había decidido sorprender al coreano. Luego de discutir entre cual restaurante era mejor cenar (porque sí, habían reservado dos lugares diferentes y al darse cuenta, ellos querían comer en el lugar que preparó el otro) decidieron que preferían más pasar su tiempo juntos en lugar de pelear por algo tan tonto y tierno a la vez.
Sunoo lo invitó a su departamento, ya que por alguna razón él aún no había podido poner un pie en el castillo del más alto -como le gustaba llamarle a su mansión-. Le dijo a Ni-ki que pusiera la película que deseara en el televisor y se acomodara en el sofá mientras él hacía ramen para los dos.
Algo muy simple, lo sé, pero ambos eran muy fanaticos del ramen y solían comerlo todo el tiempo.
Ni-ki le obedeció en lo primero y puso una de sus películas favoritas de acción, pero después prefirió acompañar a Sunoo en la cocina incluso si no lo ayudaría a cocinar y solo iba a distraerlo.
