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semanas después;

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semanas después;

Sunoo revisaba algunos papeles en la oficina de Ni-ki. La verdad es que desde que el juicio había terminado, el mayor había seguido sintiendo esa constante desconfianza ante cualquier situación. Era tanto que se había negado por completo a dejar sólo a Sunoo en su casa mientras él trabajaba y Minji estudiaba. Sentía que debía cuidarlo de todo y todos.

Sunoo no se negó pues también le gustaba la idea de ser "protegido" por Ni-ki y de esa manera el también podía hacerlo. Estaba seriamente preocupado por su salud mental, la cuál sabía que estaba más que jodida en este momento. Quería servir de apoyo por lo menos.

ㅡ ¿Terminaste? ㅡpregunta Ni-ki adentrándose a la oficina con dos tazas de café.

Sunoo se levantó para ayudarlo y tomar la suya entre sus manos. Dejó la taza sobre el escritorio y se sentó sobre el pequeño sofá frente a este.

ㅡ Algo así. ㅡrespondió soltando un bostezo mientras se estiraba.

ㅡ ¿Estás cansado? ㅡpreguntó preocupado. Se sentía mal por arrastrarlo hasta su empresa, pero no se quedaría tranquilo si no lo tenía a su lado.

ㅡ Siempre lo estoy. ㅡsonrió.ㅡ No sé cómo puedes hacer esto. Eres todo un hombre de negocios.

El mayor se encogió de hombros.ㅡ Es a lo que me dedico.

ㅡ Eres increíble. ㅡhalagó.ㅡ Pero ser tu asistente apesta, con todo respeto.

Ni-ki rió.ㅡ Te pago mucho más que al resto. Te doy besos y mi amor incondicional. Eres al único al que traje a mi oficina porque quise y hasta puse una silla para tí a mi lado en el escritorio. Ni siquiera te doy mucho trabajo, ¿en qué parte se supone que apesta?

ㅡ En que debo aguantarme las ganas de romperte ese traje porque te ves tan malditamente sexy y no puedo controlarme pero no quiero traumatizar a tus empleados.

Ni-ki enarcó una ceja y cruzó sus brazos sobre su pecho.ㅡ ¿Lo ves? Tú eres el que lo empieza todo.

ㅡ Te estoy diciendo lo que pienso.

ㅡ Y lo que piensas es demasiado atrevido. ㅡse fue acercando y se agachó hasta quedar cara a cara con Sunoo.

Llevó una de sus manos hacia su rostro y con su dedo índice levantó levemente el mentón del menor.

ㅡ Tú sólo avísame y cerraré las cortinas de ese ventanal. ㅡseñaló con su rostro a un lado.

Sunoo supo que se refería a la gran pared de cristal que daba vista a la ciudad y el cielo. Bueno, al menos podía descartar el exhibicionismo cómo uno de los posibles fetiches del mayor.

ㅡ Primero déjame tomar el café o caeré dormido en pleno acto. ㅡambos rieron.

Se separaron y Sunoo se dirigió hasta el escritorio para tomar un sorbo de su café justo cuándo Ni-ki recibió una llamada. Miró el nombre de su hija en la pantalla y entró en pánico. No había podido estar tranquilo al imaginar todo lo que le podía pasar a Minji en la escuela. Hasta había pensado en hacerla estudiar desde "casa", lo cuál también sería mentira porque de igual manera la llevaría hasta su trabajo junto a Sunoo y así sentiría que tenía todo bajo control.

OUR BABY MINJI ㅡ SUNKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora