Extra 3

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– ¿Y ya están casados o todavía no se lo propusiste?

La pregunta de Jaeil dejó a Dooshik en modo de procesamiento por unos segundos antes de apoyar nuevamente la botella de soju en la bandeja. Suspiró y entrelazó sus manos sobre la mesa.

– Lo he pensado, pero...

– ¿Pero? –. El viejo rubio lo miró exasperado. Ya llevaban unos años juntos y era sorprendente que todavía no se hubieran comprometido o casado.

– No sé cómo se lo tomará Dan, después de todo, vivimos en Corea aún.

– Hablas como si no pudieras irte del país –. Respondió Jaeil rodando los ojos.

Dooshik no le respondió nada y se quedó en sus pensamientos. La principal razón era que no estaba seguro si Dan estaba dispuesto a dejar su tierra natal y mudarse a un lugar completamente diferente con otra cultura e idioma.

Quería casarse con Dan y proclamarlo completamente como suyo, pero la cuestión de si aceptaría lo que implicaba casarse lo tenía preocupado.

Amaba a Dan, pero no haría nada que no le gustase.

– Mira mocoso, sólo lánzate y prueba; si debe ser, será –. Soltó Jaeil antes de beber del soju.

Dooshik lo miró en silencio y contempló sus palabras.

Si debe ser, será.

金継ぎ

– Appa Doo, ¿por qué estás mirando tantos anillos?

Dooshik se sobresaltó y giró todo su cuerpo hacia Minju, quien lo miraba con unos ojos inquisitivos y unos labios rectos. Se llevó la mano al pecho y soltó un suspiro al ver que sólo era ella.

– Ah, Minju-ah, me asustaste, cielo. Ven aquí –. Llamó a la castañita que, obedientemente, caminó hasta él y se sentó en su regazo –. Appa Doo va a contarte un secreto, pero no se lo digas a nadie.

– ¿Ni siquiera a mi appi Dan? –. Preguntó inocentemente.

– Ni siquiera a él –. Minju asintió entendiendo que era algo súper importante e hizo un gesto de que había cerrado un cierre sobre sus labios. Kang se rió de la pequeña y susurró por lo bajo –: Quiero comprarle un anillo a Dan, pero no sé cuál. Ahora que Minju lo sabe, ¿me acompañará a buscarlo?

– ¡Sí! –. Chilló la niña emocionada –. Appa Doo puede confiar en esta Minju para encontrar el anillo perfecto para appi Dan.

Dooshik asintió y la mandó a prepararse. Lo mejor sería ir a buscarlo inmediatamente ya que Minju ahora lo sabía.

Era fin de semana y Dan no estaba en casa; sólo quedaban Minju y él. Pensó que el rubio no sospecharía mucho si al llegar no estaban y supondría que salieron a pasear o algo así. Le iba a avisar de todos modos.

Cuando Minju volvió, bajaron hasta llegar al auto y subieron mientras ubicaban su destino en el GPS.

– ¡Vayamos a conseguir el anillo perfecto para mi appi!

– ¡Andando!

金継ぎ

– Dan-ya, tus orejas están rojas –. Señaló Nakyum.

– ¿Oh? ¿Quién estará hablando de mí? –. Bromeó con una risa.

Su compañero se contagió de la risa y ambos volvieron a conversar tranquilamente. Usualmente, y a pesar de la diferencia de edad, los dos solían encontrarse para hablar y salir por ahí. Nakyum era igual de tranquilo que él, por lo que no era raro que congeniaran tan rápido.

Kintsugi || DanShikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora