1. Cassandra

18 4 2
                                    


bienvenida. 1. f. "recibido con agrado"


NO ENTENDIA QUE ESTABA PASANDO, se encontraba en una caja metálica gigante la cual estaba subiendo hacia quien sabe donde. Trato de evaluar la situación. Se posó sobre una esquina y el miedo comenzo a fluir por sus venas cuando sintió la presencia de otra persona. No lo podía ver del todo, estaban en la oscuridad misma.

—¿¡Quién eres!?—grito.

—¡No lo se! ¡No recuerdo nada!

"En algo coincidimos", penso. No tenía la más mínima idea de donde estaban, no tenía recuerdos de absolutamente nada, excepto su nombre.

Un fuerte sonido metalico resono en sus cabezas obligándolos a taparse los oídos. Respiro sobresaltada mientras miraba hacia arriba. Una línea recta de luz apareció a traves del techo del ascensor y se fue expandiendo, se tuvo que tapar los ojos. Un chirrido penetrante surgió y noto como unas puertas se abrían. Escucho voces que resonaban como eco, haciéndolas incomprensibles. Enfoco la vista, intentando distinguir las caras: Eran
todos hombres.

Volteo para poder ver a su acompañante. Ambos se analizaron entre sí. Él tenía el cabello castaño. Un marrón almendrado coloreaba sus ojos. Llevaba una camiseta azul, la cual estaba cubierta en sudor.

Dos hombres saltaron hacia donde estaban. Llevaron su atención directamente a ella. Bocas abiertas y ojos abiertos en par en par surgieron en ellos. ¿Acaso nunca habían visto a una chica?

—Imposible—murmuró uno de los muchachos de cabellera rubia.

Murmullos comenzaron florecer.

—¿Qué hay, Newt? ¿Qué ves?

Se tomo unos segundos para responder.

—Es una chica—volvió a hablar mientras su expresión se endurecía.

En todo ese tiempo, ella no dijo ni una palabra, solo examinó la situación, atónita, mientras el terror se manifestó en su cuerpo.

Ahora no solo habían murmullos, ahora habían gritos, gritos de desesperación. Aquellos que yacían arriba de ellos comenzaron a empujarse entre sí para llegar al frente.

—¿Es linda?

—¡Me la pido para mí!

—¡Al fin mandaron algo bueno!

—¡Era hora!

El otro muchacho que se encontraba alli se enojó tanto que parecía que humo iba a salir de su cabeza.

—¡Calmense malditos larchos!

El silencio los invadio. Los ayudaron a subir hacia donde estaban todos. Las miradas intensas de los hombres que permanecían alli la examinaron con satisfacción, como si se la quisieran comer con las miradas, aquello solo hizo que cada musculo de su cuerpo se pusiera en tensión. "Haz algo", penso e hizo realidad sus pensamientos cuando empujó a todo hombre que se cruzara en su camino y comenzo a correr, al parecer, el chico que había llegado con ella, la siguio.

—¡Tenemos corredores!

Corrieron y corrieron hasta que su seguidor le piso accidentalmente la zapatilla haciendo que ambos caigan directo al suelo.

Lo que sono a continuación no fueron risas, fueron carcajadas. La vergüenza la invadió. "Tierra tragame" maldijo internamente mientras le dedicaba al que la hizo caer una mirada seca y fría.

______________________________________________

Los habían encerrado a ambos en una celda, privandolos de su libertad.

Para que no escapen otra vez, es por su seguridad.

Las palabras del hombre de tez morena resonaban en su cabeza.

—¿Dónde estamos?—pregunto el chico con quien compartía celda.

—No lo se.

—¿Qué es este lugar?

—No tengo idea.

—¿Por qué no recuerdo nada?

La paciencia se le había acabado. ¿Quién se pensaba que era ella para saber las respuestas a todo? ¿Dios?

—¡Que no lo se! ¿¡Qué no escuchas!?—protestó ella, se levantó de repente para acercarse a él, lo que hizo que se estremezca con miedo, lo que sea que iba a hacer fue interrumpido por la llegada del chico que los había encerrado allí anteriormente.

—¿Todo en orden?—dijo asomandose por los agujeros de la puerta—. No escaparan de vuelta ¿Ok?  Bueno—abrió la celda con una llave—. Soy Alby, el lider del Área. Primero que nada ¿Recuerdan su nombre?

Por unos segundos ninguno contestó, hasta que ella abrio la boca.

—Cassandra—susurró.

—¿Qué?

—¡Me llamo Cassandra!—exclamó, esta vez elevo un poco más la voz.

—Esta bien, Bienvenida Cassandra—verbalizó con un tono más suave y a comparación con el de ella, más amable.—¿Puedes decirme algo más? ¿De donde vienes?

Pensó y pensó. Tenía recuerdos de cosas cotidianas, como ir al cine, pero cuando intentaba recordar el rostro de quien sea que la este acompañando, nada aparecía. por lo que dedujo que no iba a encontrar nada ni aunque escabara en lo más profundo de su mente, nego con su cabeza lentamente.

—Esta bien—dirigió su mirada hacia el otro chico, quien lucia peor que ella—. ¿Y tu, larcho? ¿Qué sabes de ti?

El panico lo invadio, su corazón se acelero, la inquietud se planto desde los dedos de sus pies hasta su cabeza. Comenzo a mover el pie izquierdo hacia arriba y hacia abajo rápidamente, se quito el sudor que estaba amenazando por caer en su frente.

—¿P-Por qué no recuerdo nada?—fue lo único que sus nervios le permitieron decir.

Ella ahora solo lo miraba con compasión. Se sentía afortunada por lo menos tener un recuerdo basico, su nombre.

—Hey, tranquilo, es normal, a todos nos paso. Vas a recordar tu nombre en un día o dos. Es lo único que nos dejan conservar.

—¿Quiénes? ¿Quiénes nos pusieron aquí—preguntó esta vez Cassandra.

—No lo se—rechistó rápidamente.

—¿Qué es este lugar? Dime porfavor—pidió el chico.

En los pocos minutos que Alby los conocía, ya noto una similitud de ambos: Curiosidad. Ambos comparten el deseo de conocer cosas novedosas.

—Se los mostraré—dijo dedicándoles una sonrisa.

—Se los mostraré—dijo dedicándoles una sonrisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Remember me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora