Kurapika sonrió levemente ante su perfecto jacke mate, y contuvo las ganas de decir "¿Quien es un marica ahora?. Shisho miro anonadado, su obsesión por comer y sentir las piezas acumuladas del equipo contrario de su lado le había llenado la mente. Y ahora sin importar que paso diera acabaria perdiendo.
Ese era un momento histórico, después de todo ya llevaba más de una semana tratando de hacer que aquel anciano testarudo aceptará el jacke mate y dejara de mover a lo loco el rey hasta que Kurapika tuviera que irse al trabajo.
Unos cuantos ancianos comenzaron a aplaudir y festejar ante la caída del legendario Shisho, y Kurapika fue rodeado por el gancho festejador de un anciano. Sin embargo lejos de sentirse orgulloso, el rubio se sobresalto ante el agarre y se levantó abruptamente de la silla.
Todos se quedaron mirándolo sorprendidos y su acción capto la atención de la ocupada Yanara.
Apareció con la velocidad de la luz y comenzó a inventar excusas- ¡Kurapika, que bueno que te acordaste! - exclamó Yanara con una sonrisa nerviosa - Rápido, ve a comprar las nuevas velas con aromatizante de vainilla que pronto cerrara la tienda.
Al principio el chico no entendió nada, pero al ver la pequeña gota de sudor nerviosa en la cara de la pelirroja lo entendió todo. Sonrió levemente agradecido y se acercó a la puerta a la par que se despedía del grupo de ancianos.
-Asi que era eso, pensé que le di asco... - suspiro aliviado el anciano que le hizo el gancho.
-Ramos, no digas tontadas - regaño Yanara - Es un insulto para Kurapika que siquiera tu pienses que esa sería su razón.
-Ay, Naru tenés que entendernos - dijo una anciana sentada con su bastón- Incluso jovencitos respetuosos como el pueden sentir asco por nosotros.
Algunos ancianos desviaron la mirada apenados- Estamos viejos, nuestra piel y pelo se caen. Muchos tenemos cicatrices y nos salen manchas. - continuó otra anciana- Hasta yo misma me tengo asco.
-¿Que acaso lo natural da asco? - preguntó Yanara cruzada de brazos- Es algo que nos pasa a todos, ¿yo también les resultare asquerosa si tengo cicatrices y envejezco?
-Por supuesto que no Yari, vos sos un amor - refuto inmediatamente.
La chica levantó una ceja y la mujer de mayor edad se dio cuenta de su punto. Al ver las caras avergonzadas de los abuelos dio un suspiro y se masajeo el ceño, no podía evitar sentirse así cuando tocaban esos temas. Se dio la vuelta con un perdón en voz baja y se retiró hacia la cocina.
🐥
Kurapika llegó al siguiente día a la madrugada, esta vez el local tenía luz y estaba en su mayor esplendor, como una lámpara en medio de una noche en el bosque. Con la bolsa de velas en sus manos tocó la puerta pero nadie respondió, volvió a tocar y sin embargo adentro no había señal de vida.
Fue la tercera vez que toco que escuchó un estruendo dentro y entró en un estado completo de alerta. Forzó la manija con facilidad e irrumpió en el local con rapidez, preparó una de sus cadenas e irrumpió a la cocina preparado para la batalla. Pero, al contrario de lo que esperaba, su único contrincante era una joven pelirroja en el suelo cubierta de harina y almendras.
-¿Señorita Yanara?- alcanzó a decir confundido.
-Ah, Kurapika- dijo ella en trance, sacudiendo su cabeza de inmediato- ¡K-Kurapika, no sabia que volverias a venir tan temprano!- se levantó avergonzada mientras se quitaba la harina del pelo- Como últimamente venias para los mini torneos de ajedrez... ¿Estás bien? Sobre lo de ayer, quiero decir.
-Claro, gracias a ti- agradeció el rubio mientras tomaba una escoba de la esquina.
-¡Quieto ahí! Tu eres mi cliente, no puedes andar trabajando- se quejó la chica mientras estiraba la mano reclamando su escoba.
Kurapika miró la mano de la pelirroja y sonrió- Entonces hagamos como que en vez de tu cliente, soy un amigo al que le cobras por comer aquí.
Ella lo miró anonadada por unos segundos, pero sintió como aquella sonrisa era contagiada rápidamente- Bien, pero no te puedes retractar. - le dijo mientras tomaba otra escoba.
-Nunca lo haría, señorita Yanara- contestó sereno.
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"Pan'emore" HxH
RomanceTE AMO KURAPIKA (Historia con el unico proposito de simpear a Kurapika) Créditos a Yoshihiro Togashi por crear al ser más hermoso del universo