- ¿Que tú qué?- cuestionó la Omaticaya.
- Li'ah no, ¡Espera! - la presencia de la menor lo sorprendió.
¿Cómo reaccionarias al enterarte, que cada cada beso, caricia, afecto, abrazo, fue en vano?
Que nada fue real, si no irreal, y doloroso. Saber...
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—EPISODIO 04.
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•|MAR METKAYINA|• Narrador Pov.
[…]
EL DIA LLEGO A SU MÁXIMO DESLUMBRE, EL MEDIODÍA. Dónde el sol de ponía en toda la aldea, todos estaban ya estaban disfrutando de la pesca y del almuerzo que sale gracias a ella.
Por otro lado, Li'ah se encontraba sola remojando sus pies, pero con la mirada de Ao'nung clavada sobre su silueta. La miraba de arriba a abajo, de abajo para arriba, como si la admirará.
Sin embargo, la na'vi no era tonta, sabía lo que el primogénito del Olo'eyktan hacia, y no le agradaba mucho que digamos, primero no eran amigos, segundo ni se hablaban, tercero la ponía incómoda y cuarto si seguía así le iba a partir la cara.
Pero paso todos los límites, de echó ella llego a su límite, volteo rápidamente hasta quedar viéndolo. — ¡Se te perdió algo! — exclamó, Ao'nung negó rápidamente y retrocedió un par de pasos. — ¡Disculpa! — se intento ocultar detrás de una palmera.
— Ahg, hombres tenían que ser. — no se quedó de brazos cruzados y camino hasta donde se encontraba. — ¿Y? ¿Me vas a explicar por qué me miras a cada rato? —
— No lo hago, el mundo no gira alrededor tuyo. — titubeó, dejándolo evidente, Li'ah lanzó una risa burlesca y clavo esos ojos ámbar en los ojos violeta del Metkayina.
— Mírame y dime qué nunca me estuviste viendo. — le reto, Ao'nung trago saliva y desvió la mirada a la arena. La Omaticaya chasqueo la lengua al igual que los dedos.
— ¡Lo sabía!
— Solo te miraba eso es todo. — intento no estar nervioso, pero esa mirada se lo impedía. — ¿Pero por qué? — cuestionó. — Me pareces linda —.
