- ¿Que tú qué?- cuestionó la Omaticaya.
- Li'ah no, ¡Espera! - la presencia de la menor lo sorprendió.
¿Cómo reaccionarias al enterarte, que cada cada beso, caricia, afecto, abrazo, fue en vano?
Que nada fue real, si no irreal, y doloroso. Saber...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-_______________________-
—EPISODIO 00. -_______________________-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•|CLAN METKAYINA|• Narrador Pov.
[…]
LUEGO DE UNOS DOS DIAS DE VIAJE APROXIMADAMENTE. Llegaron a un lugar o más conocido como Metkayina el clan de arrecife. Li'ah contempló en lugar como un hermoso trofeo que Eywa le dió. Al parecer dejar Omaticaya fue una de las mejores decisiones.
Claro no significa que Omaticaya se todo lo contrario, solo que Metkayina también tenía lo suyo, el océano. El inmenso mar azul y brillante aquel lugar en el que la na'vi deseaba tocar y si pude, nadar.
Frente a ello, sigue recordando que Omaticaya tiene lo suyo, sin embargo, Metkayina igualmente, solo que está vez ella era la turista, la que iba a aprender, la que iba a ver, la que iba a tocar y la que iba a sentir.
— Bien portados. — recordó Jake a los demas. Nadie dijo nada pero su silencio se tomaba como un "si".
Podía ver cómo los demás Metkayina los veían como intrusos, desconocidos, hasta incluso una amenaza para ellos. Y no era para menos, todo sabían la historia de Toruk Makto, y todo lo que padeció y tuvo que hacer.
Era lógico que nadie confíe en el, o en ellos ya que eran su familia, aunque Kiri y Li'ah no lo sean de sangre, pero fueron criadas como una o unas más.
Hubo dos Metkayina que se tomaron la molestia de mandarles unas miradas matadoras y confusas, uno de cabello rizado y el otro con trenzas al principio y un moño al final, ambos eran altos y muy respetados al parecer, ya que los demás habitantes le cedieron paso. Pasaron por el frente de todos, Kiri y Li'ah se miraron tratando de explicar lo que pasó. Pero no hubo respuesta, más que una risa baja por parte de ambas.
