08. Nenes en el bosque

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El lago en que se encontraban navegando se notaba demasiado frío, la temperatura en general del bosque había caído mucho desde la ultima lluvia y además, había niebla.

Chan se veía triste, no estaba prestando atención a nada a su alrededor; Jisung por su parte estaba enojado, pero parecía querer llorar y Seungmin intentaba con todas sus fuerzas sonreírle a Felix que parecía decidido a encontrar un camino a casa.

El chico estaba parado en la punta del bote improvisado, que parecía ser un cuartito de madera que remaba con una vieja guitarra.

-¡Casa! ¡Casa! ¿Casa?- gritaba mirando en todas direcciones.

Pronto escucharon un canto bastante conocido.

Tralalala tralalala

-¿Escucharon eso?- preguntó el rubio, Seungmin asintió. -¿Escuchaste eso capitán?- ahora miró a Chan directamente.

El mayor suspiró y miró al lago.

-Capitan Chan, ¿Sabes quién está cantando?- volvió a preguntar.

-No lo sé... Ya no creo saber nada.- contestó Chan ausente.

-Oh...- Felix respiró hondo y luego sonrió. -¿Sabías que los dinosaurios tenían orejas pero no hay rastros pues las orejas no tienen huesos para que se conserven?-

Seungmin por primera vez no sintió ganas de corregir a su amigo.

-No, no lo sabía.- respondió Chan.

-Es porque eso no es verdad. ¿Sabes? Es un dato de la roca.- terminó el rubio, mostrando de nuevo la vieja piedra con cara que guardaba en su bolsa.

Tralala Tralala.

Jisung suspiró y talló sus ojos. -La Bestia... - dijo - Debe ser la Bestia, el grillo de obsidiana de nuestro inevitable final cantando nuestro requiem.-

-Debe ser un grillo muy gordo.- susurró Seungmin a su lado.

Pronto el silencio fue interrumpido por Felix quien boqueo con emoción, habían tocado tierra.

Se rió alegremente y del suelo de su barca sacó una trompetilla, la cual tocó con felicidad.

Los otros chicos taparon sus oídos.

-Miren esto,- dijo con emoción mientras decendian de su transporte. -Toquen la tierra, huelan ese árbol. ¡Estoy seguro que estamos a punto de llegar!-

-Lix basta, ¿podemos dejar de fingir que llegaremos a casa?- pidió Chan cansado.

-¿Cómo?- preguntó el rubio, todos comenzaron a caminar hacia el bosque.

-Hay que admitir que estamos perdidos.- siguió Jisung, empezando con ese dramatismo que lo caracterizaba y que Seungmin reprobaba. - Admitir que la niebla es más densa de lo que creemos, que somos hojas esparcidas por el indiferente viento. ¿Podemos admitir que nunca regresaremos a casa?-

-Pero podemos hacer lo que sea que nos propongamos... Eso dicen los ancianos.- dijo Felix, abrazando a su rana

-Bien, tienes razón- dijo Chan para terminar con esa plática. No intentaría convencer a Felix.

Lix sonrió y de nuevo intentó usar su trompetilla, pero Jisung fastidiado se la arrebató.

-¡Felix! Deja de ser tan ridículo.- le regañó Jisung. -Mira, ¿sabes porque nos perdimos? ¡Fue porque estabas haciendo tonterías y nos metiste en problemas como acostumbras!-

-¿En serio? ¿Todo es mi culpa?- preguntó el chico confundido.

-No Lixie, no hagas caso...- intentó decir Seungmin, aunque en realidad no estaba demasiado convencido.

Más allá del jardín. -skz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora