KanColle/Kantai Collection: Cómo me convertí en un Almirante

Epílogo

El sol se escondía entre los montes de Japón, y dos hombres se encontraban sentados en la terraza de un café en Miyazaki, capital homónima de su prefectura.

Justo en el punto medio entre las bases de Oita e Iwagawa, la brisa del mar golpeaba suavemente el gazebo que cubría la mesa y a su par de comensales. Una moza se acercó a tomar sus pedidos y se retiró con una gracia particular.

Los ojos azules de uno de los hombres siguió sus pasos, hasta que su atención fue devuelta a los de su interlocutor.

- Muy linda esa chica, ¿no?

- Hm. Podría decirse.

- Y quién mejor que vos, se te pegaron los ojos a su... digamos "espalda" -Joaquín dijo esto acompañado de una traviesa risa- por VARIOS segundos.

- Pfft. Las mujeres tienen más "carne" en Inglaterra. No conoces nada, argie. – James se recostó en su silla y cruzó los brazos con una presumida sonrisa.

Un breve silencio envolvió a ambos, y Joaquín decidió tocar el tema que los había traído al café.

- ¿Me vas a decir por qué me llamaste acá?

- A eso iba. Verás, la derrota que me infligiste, tanto a mí como a mis muchachas, me hizo ver las cosas desde otro punto de vista.

- Hm.

- Me creía a mi mismo como alguien notablemente superior. Pero lo único superior fue mi orgullo, y eso fue lo que me sacó de esa mentalidad. Lo que quiero pedirte es un voto de confianza.

- Un voto de confianza...

- Yes. Ambos somos almirantes: tú proteges el sureste de Kyushu, y yo el noreste. Los generadores abisales se acercan, y no nos servirá de nada una rivalidad. Puede poner en peligro muchas vidas, como podrás imaginar.

- Estoy de acuerdo. Pero me sorprende este cambio tuyo...

- No te estoy pidiendo que seas mi amigo. Sólo que seas un aliado fiable. No me malentiendas.

- Jaja, eso me gustaría pedirte también, yendo al caso.

La alianza quedó sellada tras un fuerte apretón de manos.

"El destino de la humanidad dependía de los Almirantes, y sus Kanmusu..."

EL FIN