En medio de la serenidad y el bullicio de Roma, una brisa fresca de cambios seguía fluyendo en la vida de Leonard e Isaac. Los días se tejían con acordes de música compartida y risas que resonaban en los rincones más íntimos de sus vidas.
Un día, mientras exploraban los callejones cercanos al Trastevere, Leonard anunció con entusiasmo:
—Isaac, ¿qué te parece si vamos a visitar a mi familia? Mi madre ha estado pidiendo verte desde hace un tiempo.
Isaac sonrió con complicidad, recordando la cercanía que tenía con la familia de Leonard desde que eran niños. Los recuerdos de tardes jugando en el jardín de la casa de Leonard se entrelazaban con los años de amistad compartida.
—¡Claro! Será genial verlos de nuevo —respondió Isaac, emocionado por el reencuentro con aquellas figuras familiares que conocía desde la infancia.
La tarde se tiñó de nostalgia y anticipación mientras se dirigían hacia la casa de Leonard. Al llegar, fueron recibidos con los abrazos cálidos de la madre de Leonard, cuya sonrisa radiante y gestos acogedores eran un reflejo de la amabilidad que Isaac recordaba con cariño.
—¡Isaac! ¡Qué alegría verte de nuevo! Siempre has sido parte de nuestra familia —exclamó la madre de Leonard, abrazándolo con afecto.
La familiaridad del entorno sumió a Isaac en un torbellino de recuerdos. Las conversaciones con el padre de Leonard sobre música y arte, las travesuras compartidas con los hermanos menores... cada rincón de aquella casa contaba una historia de su amistad con la familia de Leonard.
El reencuentro se convirtió en un viaje nostálgico por la memoria, lleno de anécdotas y risas que flotaban en el aire. Las conversaciones evocaban un pasado compartido, unidos por lazos que el tiempo no había desgastado.
Entre abrazos y risas compartidas, la familia de Leonard y Isaac se sumergió en un remolino de conversaciones, dejando entrever la calidez de una amistad que se arraigaba en la infancia y se había fortalecido a lo largo de los años.
La tarde se despidió entre la promesa de nuevos encuentros y la sensación reconfortante de que, en medio de los cambios y las transformaciones, algunas conexiones permanecían inquebrantables, como esos lazos de amistad tejidos con hilos de infancia.
ESTÁS LEYENDO
Canción de Roma: Entre Amistad y Amor
Teen FictionEn las calles empedradas de Roma, dos figuras contrastantes se destacan entre la multitud. Leonard, de cabello rubio que resplandece bajo el sol italiano, sus ojos verdes irradiando energía y una sonrisa contagiosa mientras se mezcla con la gente, s...