Naruto: El nuevo demonio de la casa Gremory

58- Re-visitar

Capítulo 58: Re-visitar
Nuevo diablo de la casa Gremory

Life 58: Re-visitar

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Estaba sentado en el mostrador de Ichiraku Ramen con un plato bien caliente de la especialidad colocado justo frente a él. Mientras el anciano sonreía y retrocedía para ayudar a Ayame con el siguiente lote, Naruto miró fijamente el cuenco en silenciosa incredulidad.

¿Fue esto real? ¿Estaba de regreso en Konoha? ¿Era este Ichiraku Ramen?

¿O fue algún tipo de vida futura? ¿Algún tipo de cielo o nirvana en el que pueda disfrutar por toda la eternidad? Je, tendría sentido que comiera ramen aquí.

Cualquiera sea la razón, Naruto no podía entenderlo. Pero una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras miraba el familiar cuenco que le servía en su lugar favorito. Él dijo —Gracias por-

Un par de manos atravesaron su pecho y lo tomaron delante de él, —¡Gracias por la comida!

—¡HHIIIYYYYYAAAAAAHHHHHH!

Naruto saltó de su asiento con terror abyecto después de que alguien le atravesara el pecho solo para conseguir ramen. Rápidamente jadeó y se golpeó el pecho, tratando de ver dónde habían sido perforados y revueltos su piel, costillas, pulmones y corazón. Pero cuando se tocó el pecho se dio cuenta de que no había nada fuera de lugar ni roto. Y además… estaba respirando pero… ¿se estaban llenando sus pulmones?

Naruto miró a la gente sentada en el mostrador de la tienda comiendo ramen, completamente ignorante de Naruto y su pánico. Hablaron entre ellos, conversando sobre sus misiones o cosas que sucedían en el pueblo. El anciano y Ayame intervendrían y mantendrían la conversación. Y no dedicaron ni una mirada a Naruto.

Pensó que esto podría haber sido algún aspecto extraño de la otra vida que estaba experimentando. Cuando estaba a punto de hablar, hizo una pausa, miró hacia abajo y finalmente se dio cuenta de lo que no había notado hasta ahora.

Sus pies no tocaban el suelo porque estaba flotando.

…

—Oh... yay... puedo ser un fantasma. —Naruto se quejó, —Jodidamente maravilloso.

||||||||Diablo||||||||

Mientras Naruto flotaba por las calles, no pudo evitar mirar todos los lugares familiares por los que pasaba. Se maravilló de todo lo que pudo ver y de toda la gente que pasaba.

Después de aceptar en algún lugar de su corazón que probablemente nunca volvería a Konohagakure… aquí estaba. De regreso a su pueblo. Sus ojos comenzaron a lagrimear pero rápidamente los frotó con la mano para secarlos.

—Espera, ¿lloran los fantasmas? —Se preguntó mientras rápidamente dejaba de flotar por la calle y miraba a su alrededor. Si fuera un fantasma, entonces también debería haber podido volar. Usando la sensación de volar que aprendió cuando era un demonio, el espectro bigotudo comenzó a flotar sobre las calles y los edificios del pueblo.

Cuando llegó a los tejados de los edificios, pudo ver mejor todo el pueblo. La vista familiar de su casa mientras publicaba desde un punto de vista superior. Podía ver la escuela y el edificio Hokage al final del pueblo. Y justo detrás estaba la montaña gigante con los rostros del Hokage tallados en un costado.

El primer Hokage. El segundo Hokage. Abuelo Tercero. Su padre, el cuarto. La abuela Tsunade es la quinta. Y ahora vio el rostro gigante enmascarado de Kakashi uniéndose al resto de la pandilla como el sexto rostro en la montaña.

—Ejejeje. —Naruto no pudo evitar reírse cuando vio la cara de su maestro allí arriba, —Kakashi-sensei consiguió el trabajo. No puedo creerlo. No puedo creer que quisiera quedarse en un lugar el tiempo suficiente para hacer el trabajo. —Se desinfló un poco, —Y no puedo creer que lo hayan subido a la montaña con la máscara puesta.