Naruto: El nuevo demonio de la casa Gremory

63- Recordando

-----Nota de la Traductora-----

Casi lo olvido jijiji🤭

Vida 63: Recordando

Hola a todos de nuevo. Terminé mi desintoxicación de mayo y ¡estoy de vuelta por más!

Probablemente todos ustedes odien que lo haya dejado en suspenso y no quieren que lo haga más.

Pero algunos deseos nunca se cumplen.

De todos modos, ¡disfrútalo!

||||||||Diablo|||||||||

—¡¿Papá?!

Minato parecía casi tan sorprendido de escuchar a Naruto llamarlo así mientras el rubio más joven volvía a ver a su padre dentro de este paisaje mental: —Yo... no pensé que lo supieras.

—¿Cómo es esto posible? —Murmuró Kurama desde detrás de los barrotes, mirando nuevamente la figura del Cuarto Hokage a pesar de sus circunstancias y ubicación, —Quiero decir que esto no debería ser...

—Hay un poco de ruido aquí. —Minato se acercó y agarró el hombro de Naruto. —¿Qué tal si vamos a algún lugar donde podamos hablar solos?

—¿Qu-

El espacio a su alrededor cambió y Naruto se encontró en otro lugar con su padre. La conmoción del momento había disminuido lo suficiente como para que se diera cuenta de que habían dejado atrás a Kurama. —Oh, espera, Kurama debería haber estado presente en esto.

—Ahora que estamos aquí, supongo que podemos hablar. Tienes razón, Naruto, yo soy tu padre. Y yo... ¿Kurama? —Minato registró lo que dijo su hijo—. ¿Quién es Kurama?

—El zorro se llama Kurama. Ese es su nombre.

—¿C-cómo sabes su nombre? Pensé que su nombre era simplemente zorro de nueve colas.

—No lo es. —Una risita leve salió de Naruto mientras sacudía la cabeza. —No puedo creer que esto esté pasando. Es... —Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. —Esto no puede ser real.

—Lo es. Esto es real. —Mientras su hijo recuperaba el aliento y se secaba los ojos, Minato le sujetó el hombro y lo miró con seriedad—. ¿Cuántos años tienes ahora, Naruto?

—19.

—Ya han pasado 19 años desde entonces... ¡¿19?! —Minato se tambaleó hacia atrás en estado de shock, mirando a Naruto confundido, —P-Pero ¿pareces un niño? ¿T-Tu crecimiento se detuvo? ¿Pasó algo?

—Es dificil de explicar.

—E-está bien. —Aunque todavía estaba confundido, Minato asintió y pareció aceptar la respuesta. Miró a su hijo con tristeza y dijo: —Naruto, necesito decirte algo mientras tenemos la oportunidad de hablar. Se trata de la noche en que sellé al zorro de nueve colas...

—Kurama.

—Bien, Kurama, entra en tu cuerpo. Había un hombre allí...

—Lo sé.

—No, por favor déjame...

—Papá —dijo Naruto con firmeza, lo que hizo que Minato se detuviera mientras su hijo lo miraba con una expresión complicada. Una mezcla de resignación, tristeza, anhelo, comprensión y mucho más. Una expresión que nunca debería haber aparecido en el rostro de un niño de no más de 12 años. —, Lo sé.

—¿Cómo? —preguntó Minato, —¿Cómo es que...

—Va a tomar algunas explicaciones, pero no nos preocupemos por eso. No quiero que este momento sea solo para preocuparnos por pelear. —Los ojos de Naruto se llenaron de lágrimas y rápidamente los secó. —Solo quiero hablar contigo.