Cuando aprendas a sanar

Soy mi peor enemiga

Sufro de ansiedad y crisis de pánico.

Muchas veces me he catalogado de una persona débil por el simple hecho de sufrir crisis de pánico y no sobrellevarlas sola, a veces es difícil respirar, incluso llevo una bolsita de papel que me ayuda a controlar mi respiración.

No puedo contar cuántas veces me he cuestionado yo misma, me he tratado muy mal por el hecho de equivocarme y me doy cuenta de aquello, claro que lo hago, y ese es el mayor logro que he tenido.

No te hace débil tener alguna enfermedad mental, te hace demasiado fuerte porque tienes todos los días una batalla interna con tu propia mente, y es ahí cuando digo que la mente es nuestra peor enemiga, porque ella misma empieza a sobrepensar, empieza a crear escenarios que no son ni serán y hasta empieza a llenar mis pensamientos de cosas negativas que he hecho a lo largo de mi vida.

Soy fuerte y valiente, porque sin querer te conté mi mayor miedo, el miedo que día a día lucho, el miedo de que los que quiero se alejen, el miedo que las personas hablen mal de mí, el miedo de ser juzgada. Y no te hace débil tener miedo, porque todos los tenemos, lo que te hace valiente es mostrarte cómo realmente eres y no una realidad ficticia que le haces creer a los demás.

Lo admito, soy sensible, me duelen tantas cosas que ni siquiera me gusta demostrar que estoy mal, es más me alejo de las personas. Soy como una tortuga que se esconde en su caparazón por el miedo de ser descubierta. Y eso, me llevó la cuenta, ¿por qué? te preguntarás, porque me acabé quedando sola, porque me dolía ver que todos eran felices menos yo.

Te doy un consejo, no tengas miedo de ser tu mism@, si eso que haces o qué piensas hacer te hace feliz, hazlo sin miedo del qué dirán, porque después de eso, siempre serás tú. ¿Qué importa lo que digan los demás? Lo importante es que seas feliz, porque eso no se compra con nada en el mundo.

Yo antes eso no lo entendía, pensaba que debía seguir un camino sólo por el futuro laboral, y me equivoqué, y no sólo una vez sino dos veces. Pero de eso se trata la vida, ¿no?

Sin querer me doy cuenta que de aquellas caídas que tuve en el pasado, es lo que me convirtieron en la persona que soy ahora, porque sin querer las caídas te vuelven más fuerte.

Así que, eres fuerte, nunca olvides lo que vales y que te felicito por leer mi libro porque esto lo hice para que sanemos junt@s.