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—Tranquilo, Cheolie— le sonrió con dulzura JeongHan, mientras le acariciaba la mano.  

SeungCheol asintió, para luego pasar saliva.  

Se encontraban sentados en la mesa del comedor de la casa del menor, esperando a que su padre llegará de hacer las compras, mientras JeongHan intentaba tranquilizar al mayor dándole mimitos y besitos. De pronto, se escucharon el característico sonido de unas llaves.  

—¡Ya llego papá! — JeongHan corrió como un niño pequeño, llevaba meses sin ver a su padre, ya que el mismo se la pasa viajando por cuestiones de trabajo. Aunque hacen video llamadas casi todos los días, no es lo mismo.  

Cuando le vio, le abrazó con fuerza, siendo correspondido mientras ambos reían, contagiando la felicidad a SeungCheol. Amaba ver la gran sonrisa que tenía su novio.  

—Ven, pa, déjame ayudarte— dijo tomando las bolsas con comida y llevándolas a la cocina.

 Su mirada se posó curioso en SeungCheol. El mismo se levantó y se acercó al hombre.  

—U-un gusto, soy Choi SeungCheol— dijo estrechando sus manos.

Luego, se sentaron todos a comer. Mientras cada uno se servía un poco de la deliciosa pasta que habían cocinado JeongHan y su madre, el menor decidió hablar.  

—Pa, soy gay— soltó.  

SeungCheol casi se atraganta, su madre le miró sorprendido y su padre solo tenía un inexpresivo semblante.  

—Ya lo sé— comentó, para luego llevarse un pedazo de albóndiga a la boca.  

—¿En serio? — pregunto JeongHan sorprendido.   

—Hijo, ya vi como se quedan mirando con cara de bobos enamorados, no nací ayer— rodó los ojos.  

—¡Pa! — chilló avergonzado.  

—Solo déjame una cosita, SeungCheol— su mirada se oscureció—. Si me llego a enterar que lastimas a mi hijo, te las verás conmigo, ¿entendido?  

—C-claro señor— tomó la mano del menor por debajo de la mesa, por lo que ambos sonrieron—. Le amo demasiado como para lastimarle. 

—Bien, ahora, ¿usaron protección?  

¡Cheolie! • JeongCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora