Parte 2

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Taehyun se sentía impaciente.

—¿Qué? ¿Ese hijo de perra no llegó?

—No y al parecer su agencia no puede localizarlo. Tendremos que buscar a otro modelo —dijo Yeonjun.

Se sentía un poco distraído. Beomgyu tampoco había llegado y él había pasado la noche en vela. Cada vez que trataba de quedarse dormido, inconscientemente encendía la luz y miraba la fotografía que había hecho de Beomgyu, que lo miraba con sorpresa.

Se dijo a sí mismo que quemaría los negativos. Después de todo, el joven no había acordado hacer eso, por lo que no estaba bien conservarlas. Definitivamente las quemaría.

Pero todavía no.

—¿Qué te gustaría entonces? ¿Un rubio o alguien de cabello oscuro? —preguntó Taehyun mirando varias fotografías de modelos—. Tendremos que conocerlos a todos en persona, ¿no?

—Por supuesto. No puedes conocerlos por completo por su perfil. Diablos, incluso mienten con sus medidas —dijo Yeonjun.

—¿Los perfiles incluyen sus medidas? —Taehyun preguntó con emoción y comenzó a leer uno de ellos.

—Altura y peso, Taehyun, no la longitud —dijo Yeonjun sonriendo.

Se giró al escuchar la puerta crujir. Beomgyu estaba parado ahí, colocando su mochila correctamente en una esquina, lejos del camino.

—Hola Yeonjun, Sr. Winthrop. ¿Desean café? —murmuró, mirando al piso. No se atrevía a mirar a Yeonjun a la cara por temor a que el hombre mayor se burlara de él.

O peor aún, que notara con solo verlo que había pasado la noche entera masturbándose y pensando en él... y aún más humillante, imaginándose que él le hacía cosas.

—Sí, por favor, ve abajo y compra tres cafés y tartas —dijo Yeonjun felizmente mientras le entregaba el dinero.

—Café con leche para mí —agregó Taehyun—. Grande, con canela...

—Lo recuerdo, Sr. Winthrop. Grande, con canela, descafeinado y crema batida baja en grasa. —Beomgyu tomó el billete, tuvo cuidado de no tocar los dedos de Yeonjun y se desvaneció para conseguir el café que su jefe deseaba.

Taehyun miró a Beomgyu con incredulidad y luego a Yeonjun, que sonreía estúpidamente mientras miraba a su asistente.

—¿Qué hiciste para que se comportara?

—Oh, solo le azoté el trasero —dijo Yeonjun.

Taehyun se carcajeó.

—Si tan solo fuera verdad, pero en este tiempo con las demandas, los jefes ya no podemos hacer eso. Es una lástima. Muchos chicos mejorarían si tuvieran una mano fuerte que los controlara. Bueno, sea lo que sea que le hayas hecho, ha funcionado.

Yeonjun se rio, preguntándose qué diría Taehyun si supiera lo que en realidad pasó.

—Cabello oscuro —dijo.

—¿Qué, qué? Ah, el modelo. Sí, comparto tu opinión, excepto por los artículos de cuero negro, lucen mejor con un rubio —dijo Taehyun, agachando la cabeza para estudiar los perfiles otra vez.

—Estaba pensando en usar a Beomgyu para algunas de las fotografías —dijo Yeonjun casualmente.

El tono de voz distraído alertó a Taehyun de que algo estaba ocurriendo. Decidió molestar a Yeonjun.

—No lo sé, mi querido Yeonjun, no puedes tomar a un inocente para que haga estas cosas —dijo, acaricYeonjundo su barbilla—. Sería una gran sorpresa para él. Estaría impactado.

Good Behavior (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora