Good Behavior (Yeongyu)

Parte 7

—No lo creo, tío —dijo Soobin sacudiendo la cabeza—. Te ves ridículo con eso.

Beomgyu metió la cabeza en el cuarto de baño y se carcajeó al ver su reflejo en el espejo. El collar que llevaba había sido diseñado para controlar a un feroz Rottweiler, no a él. Era grueso y tosco, estaba lleno de púas plateadas y quedaba ridículo alrededor de su delgado cuello.

—Déjame ver —gritó Taehyun, mientras ajustaba un collar en el cuello de Kai.

Beomgyu se dio la vuelta y Taehyun se rio.

—No, ese no es para ti, muchacho. Quítaselo, Soobin.

Soobin se acercó para quitarle el collar.

—Taehyun mandó a hacer otros más ligeros. Dijo que eran para ti. ¿Sabes dónde están?

—Creo que los tiene Yeonjun —murmuró Beomgyu con el rostro enrojecido. No miró a Soobin a los ojos.

—Entonces, ¿sales con Yeonjun? —preguntó Soobin directamente.

Beomgyu se sonrojó todavía más, pero miró a Soobin a los ojos.

—¿Sales con Taehyun? —preguntó.

—No —respondió Soobin alegremente. Lanzó el collar a una caja junto con los demás—. Salimos un tiempo, pero le gusta todo eso del sadomasoquismo y eso a mí me asusta.

—¿De verdad? ¿Acaso insistió en hacerte su sumiso? —preguntó Beomgyu sorprendido.

Por alguna razón, debido al sentido del humor de Taehyun, no podía imaginárselo actuando de la misma forma que Yeonjun.

Hoy, se sentía un tanto cohibido cerca del fotógrafo al recordar su encuentro de la noche anterior, cuando se inclinó desnudo para que le azotaran el culo y luego le hizo una felación a Yeonjun. Los recuerdos lo hacían sentir tímido y a la vez enviaban ondas de placer por todo su cuerpo.

—No, no, para nada. Cuando me dijo que le gustaba todo esto, yo me... asusté, grité y lo eché de mi casa —murmuró Soobin enrojecido.

—¿Quieres decir que ni siquiera lo intentaste? —inquirió Beomgyu, preguntándose si había sido muy raro aceptar todo lo que Yeonjun le había hecho hasta ahora.

—¡No! ¿Por qué debería? —preguntó Soobin a la defensiva.

—No sabes si te gustará a menos que lo pruebes —observó Beomgyu—. Pensé que eras más aventurero. Así que eres de hablar mucho y poca acción.

—Bueno, quizás tengas razón. ¿Acaso me dices que ya has intentado eso?

—No te diré nada, pero si en verdad te gusta, creo que debes darle el beneficio de la duda —dijo Beomgyu y miró cómo los ojos de Soobin siguieron a Taehyun, que se encontraba bromeando con Kai y halándolo con una correa—. Debió pensar que no confiabas en él.

—Mierda —dijo Soobin—. No fue mi intención herir sus sentimientos. Solo me asusté.

—Si tienes una palabra de seguridad, puedes usarla para detener a cualquiera —le explicó Beomgyu, de repente se sentía más seguro hablándole al chico que creía que era muy atrevido. Al menos sabía algo que Soobin no—. Además, Taehyun no es de la clase de sujeto que te lastimaría sin verificar que estuvieras disfrutando lo que hace.

Soobin suspiró.

—¡Disfrutando! Además, es demasiado tarde. Está saliendo con ese modelo rubio.

—Si en verdad lo quieres, si tú... lo amas... —dijo Beomgyu titubeante—, quizás deberías hablar con él.