Capitulo 1: La Pintura

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Era una tarde normal, el castaño de ojos oscuros se encontraba en su escritorio junto a pinceles y pinturas

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Era una tarde normal, el castaño de ojos oscuros se encontraba en su escritorio junto a pinceles y pinturas.

Estaba algo frustrado, era la sexta vez que su cabeza dolía por no recordar por completo lo que quería transmitir en su pintura.

Así era Lee Minho, cuando algo lo conmovía, lo enojaba, lo entristecía o lo asombraba, trataba de reflejarlo en pinturas, ya que su madre Lee Seung-hae le enseño el como expresarse de manera artística.

La razón era sencilla, Minho no sabia expresar bien sus emociones al reaccionar.

Cada que de pequeño se enojaba se convertía en ataques hacia los demás, cuando se sorprendía no se controlaba y podía contenerse y cuando lloraba por tristeza nadie podía detenerlo.

Como sus padres decían, ”Minho siempre llegaba hasta los limites”.

Y aun que de pequeño fue asi, luego de los nueve años esos sucesos se fueron apagando hasta que Minho pudo saber controlarse, y en vez de cruzar los “ limites”, simplemente dibujaba algo.

Ahora tenia veintitrés años, sus padres fallecieron en un accidente hace dos años atrás, ellos tenían la esperanza de que se su hijo único seria capaz de auto controlarse.

Si bien, muy equivocados no estaban, Minho comenzó a obviar su salud física con tal de sacar su emoción guardada.

En ese momento, un australiano castaño claro con pecas y un coreano de pelo corto y negro con ojos azules entraron a su cuarto con comida y agua con sabor a fruta.

Ahí también estaba “acostado” con su cuerpo tirado en un sillón redondo y bajo otro australiano, el mayor con el pelo algo corto y café, de gran estatura, vestía formal debido a su empleo.

- ¿Es enserio? — pregunto Hwang Hyunjin, el coreano.

- Lo conoces, es necio cuando pinta, no se quiere despegar. — respondió el australiano llamado Chris, aunque todos lo llamaban BangChan.

El chico de pecas llamado Felix, Yongbok en coreano, se acerco a Minho ofreciéndole unas galletas. - Min, ¿no quieres comer?

- Ya les dije que no. — respondió molesto.

- Oye no te enojes. — se acerco Hyunjin.

- Les dije que quiero estar solo. - Dijo Lee fastidiado.

Los chicos estaban ahí por que la vecina les aviso que Minho no apagaba la luz de su cuarto durante dos días, lo que les hizo saber que no había dormido.

- Sigo sin entender tú obsesión con terminar tú pintura. - Dijo Chan.

Minho no respondió y cerro sus ojos. - Diez minutos y termino.

A sus amigos no les quedo de otra más que esperar afuera en la sala, no dijeron nada, solo se sentaron y esperaron los diez minutos.

Ya iban seis hasta que vieron como Minho abrió su puerta, eso significaba que ya había terminado.

Entraron a la habitación y vieron la pintura con asombro.

No se parecía en nada a lo que antes había echo antes su amigo.

Era un chico joven de unos veinte años, de piel algo bronceada y clara, dando aspecto a que era suave, sus ojos color almendra, labios rojos y pomposos, cerca había un pequeño lunar, mejillas algo rellenitas,  su expresión era seria pero calida, podían asegurar nunca antes haber visto a semejante chico guapo como el que pinto Minho.

- Wow…¿ Y ese quien es? — pregunto Hwang al ver la imagen.

- Minho tú… Me sorprendes, esta muy bonito. — dijo Felix.

- ¿Lo conoces? No seas egoista y dinos quien ese chico tan precioso. — dijo Chan.

- ¿Qué diria Kim si te viera?

Chan sonrió, aunque ambos no eran nada oficial, esperaba que en el futuro lo sean. - No me mal interpreten,  pero ninguno ha visto a semejante chico como para que Minho lo dibuje.

Minho agacho un poco la mirada. - No lose… No se quien es…

- ¿Entonces por que..?

- Nose, he estado soñando con él desde hace semanas, solo aparece y me deja verlo sin decirnos nada.

- Bueno se ve que es malcriado.

Todos miraron a Chan con una cara de confundidos por sus palabras. — Ay por favor… Oigan miren al chico, es fino y muy joven, de seguro es de esos que van enamorando y jugando con los otros sin piedad.

- Sea como sea hyung. — dijo Minho. - Espero que con retratarlo deje a mi cabeza en paz.

- Lo dudo querido Minho. — dijo su mayor. - Ese chico de ahí puede que represente mucho para ti en el futuro.

- En fin. Ya acabaste la pintura, ahora a comer.

- Yo ya me debo ir. — dijo Chan.

- ¿Qué? Acaso te vino un cargo de conciencia por mirar a otro. - Bromeo Hyunjin.

BangChan rio y miro a sus menores. – No me mal piensen, yo amo a Kim Seungmin, solo digo que sea quien sea ese chico. — dijo apuntando la pintura de Minho. - Es divino, pero no se compara por mi amor hacia mi Minnie.

Sus amigos evitaron hacer caras de incomodidad, la verdad,  Chan puede ser algo inquietante por sus sentimientos por Kim.

Luego que el mayor abandonara la casa,  los chicos comieron las galletas junto a un té que preparo Hyunjin, todo eso logro calmar más a Minho el cual termino por ceder al sueño.










Poco a poco sus ojos se fueron despertando, al sentir algo mojado y picoso.

El chico de pelos color miel, se despertó al medio de el bosque.

El por que estaba ahí, ni el se lo explicaba,

Lo peor es que no recuerda nada, ni quien es, como se llama, de donde venia,  que lugar es este, en resumen nada.

Se levanto desorientado y camino hacia una leve luz que podía ver, poco a poco se dio cuenta que no era un bosque, sino un parque y la luz era de un poste.

Sus ojos no servían por lo oscuro de la noche no se fijo por una roca que lo hizo tropezar.

Al mirar arriba, lo ultimo que vio antes de desvanecerse vio a un chico musculoso y a otro más cerca con ojos como un zorro.

Bienvenidos a esta nueva historia, espero les guste y la disfruten

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Bienvenidos a esta nueva historia, espero les guste y la disfruten.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒑𝒊𝒏𝒕𝒖𝒓𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora