"No es solo una pintura"
Lee Minho, un chico que usa el arte para expresar sus sentimientos, decide pintar el retrato de un chico que lo visita en sus sueños sin saber lo que ocurriria despues...
Bang Chan, un australiano decide recoger en su casa...
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Luego de un largo día de trabajo, Chan solo quería dos cosas, desnudarse y descansar.
No es que odiara su trabajo... Bueno si, pero no es el caso. Entro a su casa y cerro los seguros de la puerta y estaba por quitarse la corbata cuando vio a un pelinegro comiendo.
- Ohh, hola Minnie. - Saludo al menor de ambos.
No recibió respuesta de Kim y se acerco. - Oye Seungmin. - el mencionado pego un mini salto por el susto.
- Chan, no te escuche. - dijo quitandose los audifonos.
El mayor sonrio, y rebusco su pelo - Jajajaja, no te preocupes, ire a mi cuarto.
- ¿No vas a comer? - pregunto antes que se fuera.
- No tengo ganas de cocinar.
- No es necesario. - dijo el menor mirandolo. - Te deje comida en un taper dentro del refri.
Bang sonrió por el lindo gesto, calentó su comida y comió junto a Seungmin.
- ¿Te gusto? - Pregunto el menor al verlo terminar.
Seungmin se enrojeció un poco. - De nada - dijo desviando su mirada.
Chan se limito a mirarlo como un bobo. - Bueno, iré a mi cuarto un rato,
Seungmin no dijo nada y siguió comiendo.
BangChan cerro su cuarto con seguro y se quito su corbata, su cacheta y su camisa dejando su torso y se acostó.
- Aaaaah~ - suspiro para relajarte, tomo sus audífonos y escucho música. - Ussh - dijo molesto por no sentirse suficiente libre y comenzó a desabrochar su cinturón y se quito su pantalón junto a su bóxer.
Así es, Chan puede descansar completamente desnudo, ya que se libera de todas las preocupaciones.
Podría pasar toda la tarde hasta la cena así, pero para su desgracia su telefono sonó y eran sus queridos amigos. - "Channie hyung, te tenemos una noticia, ven a casa de Minho hyung".
Rodo sus ojos, quería descansar no pasar por más cosas solo descansar, pero son sus amigos, no podía negarse.
Se vistió pero de manera más cómoda y vio al salir a Seungmin en el sofá, con la capucha puesta y la cabeza escondida en sus rodillas.
Cada que lo veía así deseaba abrazarlo y consolarlo, pero sabia que era difícil, Seungmin no se dejaba tocar ni en lo más mínimo.
- Oye... Seungmin. - dijo con voz suave.
El menor lo miro, tenia los ojos rojos e hinchados, otra vez estaba llorando.
Pero, de manera sorpresiva sintió como los brazos del contrario lo jalaron para un abrazo.
