Especial 3: Como Siempre Debió Ser

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El pecoso recién despertaba, eran las seis de la mañana, el hueco en su cama el avisaba que alguien faltaba.

- ¿Hyunjin? -se pregunto a si mismo.

Levanto la cabeza y escucho como la regadera de su baño andaba.

Sonrió al darse cuenta en donde estaba su novio, se levanto rápido y quito su ropa del cuerpo.

Entro al baño, el mayor estaba de espaldas terminando de enjuagar el su pelo.

Hyunjin quito el agua que le entro a los ojos y sintió unas manos detrás suyo.

Al principio se asusto pero la tierna risa que acompañaba esas pequeñas manos le hizo saber quien era.

- Pequeño travieso -dijo al darse vuelta y topar con la cara de su amado al frente.

- Desperté y no te vi así que vine a verte

El mayor cerro la regadera para que Felix no se mojara tanto, rodeo la cadera de este con sus manos y le dio un leve apretón.

- Que maravillosa sorpresa -murmuro cerca de los labios del menor.

El pelinegro se acerco más y comenzaron un tierno beso, el chico de pecas pasaba sus brazos en el cuello del contrario siguiendo el ritmo del beso.

- Voy a preparar el desayuno

- Enseguida bajo -dijo el coreano mientras tomaba su toalla.

Felix se coloco un hoodie rosado y unos mini shorts que no se veían por la prenda larga de arriba.

Tomo la sartén y comenzó a freír dos huevos mientras calentaba el pan en el tostador.

El agua hervía y la mermelada soltaba un rico aroma.

Sin darse cuenta las manos de su pareja lo sorprendieron por atrás provocándole un mini salto.

- Que malo eres

- No te enojes baby, no quise asustar a tan bonito chico

El mayor lo acerco y probo nuevamente sus labios quedando fascinado por lo agradables que eran para él.

Se sirvieron su desayuno, el menor reto a su pareja por querer tomarse un café y le obligo a tomarse un té de manzanilla.

- No necesitas del café

- Pero es lo que me gusta tomar en las mañana

- Eso te lo dejo pasar cuando apenas duermes

- Ayer vimos la película

- Corrección, vimos los cuarenta minutos de la película y te quedaste dormido.

- Jajajaja, no recuerdo que estábamos viendo

- Ni yo, también me dio sueño

- Entonces, eso quiere decir que yo tengo mejor gusto en elegir películas

- No, porque la penúltima que elegiste fue una tortura verla

- No estuvo tan mal

- Nos dormimos a la hora y no avanzaba mucho

Risas habían entre ambos, las mañanas se volvían más agradables y se disfrutaban a cada minuto.

Desde que se habían ido a vivir juntos las mañanas eran las mejores.

Marcaban las seis de la tarde y al menor se le ocurrió una idea para comer.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒑𝒊𝒏𝒕𝒖𝒓𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora