¿Are you lost, Omega?

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Louis

- Harry, ven.- Llamé a el chico de ojos color esmeralda para que hablara conmigo y mi padre.

- Harry, tu quieres volver a ver a Frank?.- Noté como la pregunta de mi padre tensó a Harry y vi como todo su cuerpo reaccionó con miedo. Empezó a temblar y negar fuertemente.

No pude contenerme y lo abracé fuertemente. Mi padre me quedó mirando esperando que le haga alguna señal para proseguir con lo que habíamos hablado.

Me senté en el sofá con Harry a mi lado, aun abrazándolo y diciéndole que todo estaría bien. Me sentía feliz de saber que ese alfa asqueroso al fin pagaría todo lo que le había hecho a mi omega.

Ya había descubierto porque me sentía de esta forma con Harry, él es mi omega. Mis padres me habían ayudado en descubrir esto.

El día que cumplí 2 años, la bruja de la manada salió de su cueva y le dijo a mis padres que pronto nacería un omega puro, mi destinado. Con ojos color esmeralda y rizos, que aparecería de forma inesperada en la manada.

Desde esa conversación pude darme cuenta de la conexión tan especial con el omega.

- ¿Va a venir por mi?.- La voz de Harry me sacó de mis pensamientos, me habló tembloroso y mirándome con los ojos rojos.

- No, omega. Nunca.- Dije con seguridad mientras acomodaba sus rizos detrás de su oreja.

- Gracias por todo, Lou.- Le sonreí y acaricié la piel de su cara, era muy suavra y sentí la necesidad de besarle la mejilla pero me resistí.

- ¿Quieres que cenemos aquí?.- El asintió rápidamente y noté su mirada un poco triste.

- ¿Qué pasa, Hazz?.- Pregunté, quería saber que perturbaba la mente de mi omega.

- Nada, solo extraño a mi mamá. Ella siempre cocinaba muy rico.-  Dijo mientras una lagrima salía y no pude resistirme a preguntarle.

- ¿Qué pasó con ella?.-

- Nada, solo no la veo hace dos años.- 

- ¿Quieres que consiga que hables con ella?.- 

- ¿Harías eso por mi?.- Preguntó con esperanza en sus ojos.

- Haría todo por ti, omega.- Se me escapó y vi como una leve sonrisa surgió desde el omega.

- ¿Cenaran aquí, Boo?.- Preguntó mi madre y el omega me quedó mirando.

- Si, pero no me digas así.- Dije con bochorno.

Caminamos hasta la cocina y Harry se ofreció para poner los platos y servir,  pero mi madre no se lo permitió. Comimos entre charlas y pequeñas risitas de Harry.

Luego de comer, saludamos y Harry agradeció a mi madre por la comida con un abrazo.

Caminamos hasta mi casa mientras Harry me contaba un poco sobre él.

- Mi mamá siempre solía levantarme con un café y tostadas antes de ir al colegio. Y mi hermana solía desayunar junto a mi antes de ir a la universidad.- Soltó de la nada y con un deje de nostalgia de su voz.

- ¿Las extrañas?.- 

- Si, mucho.-

- Te prometo que las veras pronto.- Le dije mientras miraba sus ojos cristalizados, me miró como si me creyera con todo su ser.

Llegamos y abrí la puerta para que Harry pase. Una vez que entramos los dos, me decidí a darle su regalo.

- Tengo algo para ti.- Le dije y el me miro expectante. Le tendí una cajita de chocolates pequeña y sus ojos se cristalizaron.

- ¿Es para mi?.- Me preguntó con un temblequeo en su voz.

- Para ti, Hazz.-

- Muchas gracias, Lou.- Dijo mientras tomaba la caja de mis manos y la abría para sacar uno y tenderme un chocolate en forma de corazón.

- Gracias, omega.-

- ¿Puedo darte un abrazo, Lou?.- Me preguntó con un sonrojo y moviendo sus manos.

- Claro, amor.- Me sonrojé al darme cuenta del apodo que se me escapó.

Harry se me acercó con vergüenza y puso su cabeza en mi pecho mientras rodeaba mis hombros con sus brazos. Yo bajé mis brazos por la cintura de Harry y sentí sus huesos en mis dedos. El pareció darse cuenta e intentó alejarse pero lo abrace aún más fuerte. Y me prometí ser el mejor alfa posible para Harry.

Luego de unos segundos, terminé el abrazo y sentí como el calor de Harry se iba. Carraspeé y lo miré, tenía un sonrojo en sus mejillas y estaba moviendo sus manos.

- Ve a dormir a mi habitación, Hazz. Dormiré en el sofá.- Antes de que Harry me contradiga, hablé.

- No me hará daño dormir en mi sillón, omega.- El asintió y se quedó esperando que le diga qué hacer.

- No tienes que preguntarme si puedes hacer cosas, Hazz. Esta es tu casa también.- 

- Gracias, Lou.- Dijo mientras se acercaba a mi y me dejaba un beso en la mejilla mientras susurraba buenas noches.

Me quedé en un trance de pensamientos hasta que noté que Harry se había olvidado la cajita de chocolates en el sofá y decidí subir a dejárselo.

Subí y cuando estaba por tocar la puerta, escuché la ducha y una voz preciosa cantando.

- And all this little things, i'm in love with youuu.- 

La voz de Harry sonaba como un ángel cantando, abrí la puerta despacio y dejé la cajita sobre la cama. También busqué en mi armario ropa interior y un buzo para dejarle. Sali luego de eso y me dirigí hacia el baño de invitados, hice mis necesidades y lave mis dientes. Cuando recordé que Harry no tenía un cepillo de dientes en mi baño.

Me acordé que tenia un pack de estos nuevos en el baño de mi habitación y decidí subir de nuevo, toqué la puerta y la voz de Harry me hizo saber que podía pasar.

- Hola, omega.- 

- Hola.- 

- Venia a buscarte un cepillo de dientes.- Caminé hasta el baño y le tendí el cepillo a Harry.

- Es nuevo, toma.-

- Gracias, Lou.- Lo tomó y se metió al baño.

- Buenas noches, Hazz.-

- Buenas noches, Lou.- Y salí de mi habitación soñando en poder dormir junto a el.

Me acosté en el sillón y llamé a mi padre, dispuesto a averiguar quien era la madre de Harry e intentar contactarla.

- Hijo?.-

- Padre, quería pedirte otro favor.-

- Dime.-

- Podrías averiguar quien es la madre de Harry?.-

- Si, mañana vayan al comedor. Tendré la información para esa hora.-

- Muchas gracias, pa. Descansa.-

- Descansa, hijo.-

Me acosté y me dormí al instante, soñando con el calor de Harry junto a mi.