Volver a ti

I

Estoy en el centro comercial con mi familia. Todo es muy bonito. Las luces, los almacenes los restaurantes el olor de la comida la música proveniente del techo, ¡qué alucinante!

Mi familia mi hermana y mi mamá vienen conmigo como de costumbre cada sábado y a pesar de que venimos aquí a menudo nunca nos cansamos aunque saben a veces es bueno cambiar la rutina tomo un segundo para mirar a mi alrededor. Las personas van muy bien vestidas algunos comiendo helado otros conversando entre ellos y entre tantas personas una de ellas me llamó la atención un chico joven apuesto elegante. 

—Oigan ya vuelvo—les digo a mi familia—.

Sentí una gran necesidad y deseo acercarme no lo sé pero es como si mi cuerpo y mi mente vaya directo hacia él. Él se voltea viéndonos instantes concentrado mientras que mis piernas van avanzando a paso curioso y ya que lo tengo enfrente le doy toquecitos a su hombro derecho y se voltea sus ojos marrones me miran curioso mientras esboza una sonrisa en su boca.

—Hola—le digo con una sonrisa de oreja a oreja—.

—Hola—me saluda dándome una hermosa sonrisa ¿cómo le puedo ayudar?

Ah es que usted me parece conocido y ahora que lo veo me tomé la molestia de saludarlo 

Ninguna molestia señorita ay dónde están mis modales mucho gusto Terrant Harrison—extiende la mano en modo de saludo—

Imitó la acción tomó su mano y las agito —Cora Du French.

Nos quedamos así un momento contemplo sus ojos marrones reflejan tanta bondad y sinceridad su sonrisa es tan brillante que creo que las estrellas deberían estar celosas su cabello marrón resalta con sus ojos. Es hermoso. De un momento a otro salimos de nuestro trance y separamos nuestras manos 

—oye tú también me resultas familiar de casualidad has ido al hospital que está por aquí cerca?

—Sí de hecho sí fui hace un par de años, me había roto el brazo.

_Sí, que ese día fuiste con tu mamá. 

—Wow ¿Cómo lo sabes? —pregunté sorprendida—.

—Porque yo fui quien te atendió ese día.

Instantáneamente se me vino a la mente aquel doctor joven y sonriente que me atendió hace años. 

—¡Ay por por supuesto que lo recuerdo!—Exclamé alegre—¿Como está? —Le doy un abrazo corto mientras le daba un beso de lado en la mejilla, él me correspondió el saludo y nos alejamos—.

—Bien, estoy de vacaciones con mi mamá y escuché que este centro comercial es muy pintoresco. Al parecer los rumores son ciertos porque este lugar es muy bonito. 

—Asi es—afirmo—yo estoy con mi mamá y mi hermana, es como una tradición venir aquí cada semana.

Él pone una sonrisa juguetona —bueno pues en ese caso tendré que venir aquí cada semana para verte.

Mi corazón se acelera y se me entrecorta la respiración un segundo, ¿qué me pasa? Mi sonrisa aumenta y le sigo el juego.

—lo mismo digo. 

Nos quedamos mirando otra vez. Sinceramente podría pasar todo el día mirándolo. Sus ojos destellan un brillo hermoso e inexplicable, como si estuviera viendo algo hermoso, eso o son ilusiones mías.

—Eh, bueno, si gustas te doy mi número de teléfono y encontrarnos después. 

—me parece perfecto —saco mi celular, lo desbloqueo y se lo doy, él escribe su número y me lo regresa—.

—Bueno, te escribiré —ambos empezamos a retroceder lentamente—.

—Bueno, esperaré tu mensaje —me río cuando él se tropieza con un banco y casi se cae—.

—Adios—se despide—

—Chao—me despido—.

Me agrada mucho ese chico.