Un Viejo Mundo Para Un País Nuevo

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" Berlín, Alemania. 10 de enero 1981

Querida familia...

Nos avisaron de la triste noticia de tener que quedarme en Berlín más tiempo del esperado. Todos expresamos nuestro disgusto en lo dicho.

Parece que no estaré para el cumple de las gemelas. Mandales un abrazo de mi parte.

Sin duda el muro es algo muy diferente a lo que nos hacían escuchar por la radio. Gente ha muerto intentando cruzar aquella enorme pared, nos ordenaron vigilar la zona y fusilar a cualquiera que intentara cruzar, algo inhumano.

No quiero expresar solo la desgracia. Al menos enviaran a todas las familias de estos hombres un sueldo digno. No te preocupes por mí. Enviales saludos a Nikita, Ksenia y Augusto. Te amo. "

Alejandro estaba en completa oscuridad con una vela iluminando su escrito. Permitieron enviarles cartas a sus familiares para saber su situación. Pudo suponer que ya eran más de las 12. En Berlín el clima era más cálido que en Moscú. Anton, su amigo, se acercó y se sentó a su lado, podían ver los edificios del otro lado del muro, el lado que su país tanto ha detestado por años.

Anton tenía familiares allí, madre alemana y padre ruso. En la guerra huyeron a España y luego de la muerte de su madre se mudaron a Moscú.

Le contó cómo era el lado Oeste, donde se encontraban sus otros familiares. Había recibido cartas de sus parientes diciendo que vuelva a Alemania, donde había más oportunidades, un futuro mejor. Me contó su plan, cruzar el muro.

Mi cara expresaba lo que opinaba al respecto. Si lo atrapaban podría estar preso o hasta muerto pero lo tenía decidido, iba hacerlo.

_Tu como yo estamos cansados de vivir asi _.

_Te pueden matar, ¿lo sabes? ¿Qué pensará Margaret? tu esposa _.

_Ella vendrá conmigo, conseguirá cruzar Polonia y atravesar del lado Occidental. _ Se puso de pie y limpio su traje, Alejandro no se quedó atrás, lo siguió mientras intentaba entender sus susurros. Sus armas hacían ruido al caminar rápido.

_Oiste como han escapado los berlineses? túneles, autos y hasta en un globo aerostático. _

Alejandro a duras penas intentaba prestar atención al fijarse si algún oficial los observaba. De pronto uno de ellos se frenó en un lugar y se agacho, fue seguido por su acompañante que con la vista siguió el dedo de Anton. Mostraba una esquina del muro, según su compañero era un punto ciego, nadie podía verlo cruzar. Había púas pero no serían el mayor problema para su huida.

_me vas a ayudar _.

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22/09/1981 washington

Ya era otoño, las hojas comenzaban a tornarse de colores sobre el asfalto de Washington.

Dentro de la lujosa casa de gobierno se volvían a encontrar ambos países.

Ucrania estaba disfrutando de la comida frente suyo, comía sin importancia del hombre delante de él.

_¿Comenzamos? _. Pregunto. Detrás de esos lentes juzgaba los pocos modales de los eslavos. "Debía ser de familia" supuso.

_al final si es un país _. Levantó su recipiente con migajas creyendo que algunos de los sirvientes lo llenaría para él. Así fue. USA miro a los guardias indicando que lo hicieran.

_¿Qué más? _. Dijo apretando las manos en sus rodillas, arrugando su uniforme. Parecía que el contrario no quería cooperar.

_No vive en Moscú. Y había alguien más en la cabaña _.

"No es en la capital" "Gente sabe del niño" "Una cabaña"

Conectaba cada cosa que oía.

_¿Quién era? _.

_Se llama Alejandro, según investigue _. Recibió con una sonrisa cuando el recipiente volvían con sus frutos secos y los comía con tranquilidad. _Compañero de guerra, formaron un vínculo y la confianza surgió entre ambos. Pero al parecer... ya no. La última visita que di fue nocturna y hubo una pelea entre ellos, luego de unos días no volvió a parecer más..._.

El norteamericano miraba el suelo. Parecía que U.R.S.S era más inteligente de lo que creía.

_Lo habrá matado o tal vez... _.

_lo exiliaron _. Dijo el europeo mientras miraba sus ojos ocultos por sus lentes negros y se acomodo mejor en aquel sillón. Ahora sí podían hablar seriamente. _Escuche que los soviéticos tienen problemas en Berlín. Mucha gente busca escapar del bloque comunista...todos lo odian _. Dijo lo último por lo bajo. _Dicen que enviaron soldados a la República Democrática Alemana.

_Dices que...¿Envío al hombre allí? _.

El contrario levantó los hombros. Era la verdad, todo lo que sabía se lo dijo.

Aquella charla culminó con una sonrisa en ambos países. Uno tenía la información que quería y otro tenía su independencia asegurada.

Todo iba perfecto...

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