Un Viejo Mundo Para Un País Nuevo

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PARECIDOS RECUERDOS, MISMA NOCHE

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Para él era un milagro, para otros una pérdida de tiempo.

Sobre la larga mesa y el ambiente oscuro, aquellas naciones que conformaban una, se miraban con odio o indiferentes entre ellos, naciones cuyas infancias no se comparan con lo peor del mundo, unas cicatrices que marcan un antes y un después.

Allí en la punta de la mesa, Ucrania miraba lo que había logrado, una reunión con su familia.

Narro su plan, su revolución, su búsqueda de libertad.

–Это пустая трата времени // Es una perdida de tiempo –. Una voz grave y descontenta resonó en el ambiente agobiante. El más temible, el que más odiaba su padre y el que más se parecía a él. Seis y medio pies de altura, un cabello rubio y unos ojos llameantes, Rusia mostraba su poca cooperación.

Una tranquilidad deprimente, una depresión cargada en sus hombres se plasmaban en sus comportamientos, habla y mirada.

¿Odiaba a su padre? Obvio que lo hacía, ¿quién de ahí no odiaba al macabro de la U.R.S.S?

Los demás presentes presenciaban su accionar, a punto de hacer lo mismo, debían encargarse de su región ante las revueltas.

–Бог! Послушайте, он разваливается, это единственный шанс на бунт в Москве, мы можем положить этому конец, получить свободу! // Dios! solo escucha, él se cae a pedazos, es la única oportunidad de hacer revueltas en Moscú, podemos acabar con esto, tener nuestra libertad! –. Su voz sonaba rasposa, suplicante, demasiado sumisa para países que odiaban lo inferior, que odiaban aquello luego de sufrirlo, pero Ucrania no podía desperdiciar aquella oportunidad, todo se estaba por fin alineándose para estar a su favor, reunir a todos sus hermanos, o al menos lo que más se hablaba, no fue fácil, necesita su ayuda, Ucrania necesitaba aquella libertad...

–¿Так что? Если это не сработает, он будет пытать нас или, что еще хуже, заставит нас исчезнуть... // ¿Para que? si no funciona nos torturara o peor, hacernos desaparecer... –. Rusia se paró de aquella silla, agarró su ushaka e ignoró las posibles lágrimas de su hermano menor, ya no hacía falta protegerlos, no eran los niños de hace décadas.

–Он чуть не убил тебя... // él casi te mata... –. Una voz resonó suave pero con devastadoras palabras sobre el lugar, todo el mundo se calló, nadie se movió.

Era silencio. Una declaración que Rusia odiaba, que sentía tanto rencor.

Aquel país agarró con fuerza la manija de aquella puerta y apretó fuerte la mandíbula. Aquellas palabras, aquella humillación que tanto decidió ocultar salían de la boca de su hermana, Bielorrusia.

–Россия, я помню твои крики по сей день. У меня пошли мурашки, потому что на следующий день ты показался нам, чтобы накормить нас. // Rusia, recuerdo tus gritos hasta el día de hoy. Me daba escalofríos porque al otro día dabas la cara para que nos diera un poco de comida –. Bielorrusia no se movía, solo miraba un punto fijo, seguramente recordando aquel recuerdo tan doloroso. Su voz sonó firme, a pesar de ver su hermano mayor tener las memorias de aquella vez... –Он все делал со злости, но, несмотря на это, ты ему совсем не была равна... // Todo lo hacía por su ira, pero a pesar de ello, tu no eras para nada igual a él... –.

Un fuerte ruido resonó en el lugar. Las sillas se cayeron y los demás observan, con tristeza, indiferencia o miedo.

Rusia agarraba del cuello a su hermana, tal vez así, creía callar aquellas voces, aquellos recuerdos.

–Ты всегда этого хотел. // Siempre quisiste eso. –. Una voz aparecía en la escena, un melodiosa y destrozada al mismo tiempo. Formó una figura importante, no solo para Rusia sino también para sus hermanos menores. Kazajistán, el segundo mayor había observado aquellas escenas que lo retorcía. –Или я ошибаюсь? У всех нас есть раны из-за него, иногда он заставлял нас замечать их более внешним образом. // O me equivoco? Todos tenemos heridas por su culpa, a veces nos la hace notar de manera más externa. –. Dijo tranquilamente y señalaba su ojo, donde se apreciaba uno de vidrio, por las golpizas propinadas por su padre cuando era pequeño. –А также внутренние... // Como también internas... –. Dijo señalando con el dedo sobre el otro lado de la mesa a su hermano mayor, el cual, se perdió en su mirada y no se podía reconocer ni en aquel instante. Kazajistán miraba los ojos llameantes de su hermano viendo no solo en ellos odio, sino un niño herido, uno que necesitaba consuelo.

Rusia bajaba del cuello a su hermana y miraba a sus otros hermanos en la mesa, con miradas poco humanas, poco inocentes.

Todos fueron víctimas.

–Россия, давай покончим с этим. // Rusia, terminemos con esto de una vez –. Dijo por último a su hermano, a aquel que cuido.

Ucrania miraba con gratitud a su hermano, su apoyo tal vez inconsciente pero verdadero. Luego a sus hermanos, con un pequeño rayo de esperanza.

–Кроме того, ему есть что нам рассказать.. // además, tiene algo que contarnos. –. Dijo Kazajistán mirando a Ucrania, siendo seguido por los demás.

Aquel chico sintió las miradas de todos y habló. –Был кто-то под названием серебряная земля... Аргентина. // Había alguien llamado, tierra de la plata... Argentina. –.

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