Un Viejo Mundo Para Un País Nuevo

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Se sentía como una canción o una película.

Admiraba su rostro bajo la luz del nuevo día, de la nueva mañana. Su iluminación contrastaba en la habitación y su tranquilidad me dejaba un sentimiento de soledad.

Ambos lo sabíamos bien, entendiamos nuestras diferencias que nos apartaron de a poco, que el amor que sentíamos de jóvenes no era el mismo que el de ahora, que nada volvía a ser igual. Entendí en el instante ese, al verlo, al apreciarlo, que nada duraba para siempre, que aquellos recuerdos  que atesoraba como la única razón de vivir se esfumarian cuando él ya no esté...

Lo besé una vez más, lo abracé y volví a retomar el sueño, a volver, a no sentir más que su presencia... 

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–мы голодны // tenemos hambre –.

Él apareció a mi lado. Mi hijo más grande.

Aparentaba unos 17 años en edad humana, o tal vez 18, la verdad, no lo sabía. Nunca me importó su presencia, la idea de tener hijos o una familia. Al igual que casi todo se complementa junto con mi insulsa vida. 

Al lado de la puerta, dejó contemplar su presencia.

Poseía un cuerpo delgado, sus extremidades eran largas y unos ojos muy azules... podía apreciar el odio en ellos. Sin duda Rusia era el que más se parecía  a mí, pero había algo que lo diferencia de sus otros hermanos. Él no tenía miedo.

Detrás de él, escondidos de mis ojos, se encontraban mis otros hijos y sus hermanos. Bierlorrusia, Ucrania, Kazajistán... podía asegurar que la lista seguía.

– Ты снова ушел из дома, не сказав нам, и оставил нас на произвол судьбы... как всегда. // Te fuiste otra vez de casa sin decirnos y nos dejas a nuestra suerte... como siempre. –.

Decía con palabras firmes a su padre. Era un reclamo.
A pesar de dejarlos al borde de sus vidas, a pasear de dañarlos de todas las formas posibles, a pesar de abandonarlos en su hogar, a pesar de ser el padre, representación y ser que existe más maldito del mundo... Él, un pequeño daba la cara por los que quería, por sus hermanos, siendo en su mayor esplendor, lo que su padre no lo fue y será nunca...

Rusia mostraba la autoridad que nunca tuve sobre mi mismo, demostrando, como siempre, lo inutil que llegaba a ser...

Me acerqué a él, a pasos lentos y largos, mirando con expectación su reacciones.

"Dicelo"

Reptilia en mi cabeza.

"Arrodíllate ante él, dile lo mucho que lamentas ser su padre"

Quería hacerlo.

"¡Vamos! ¡Díselo!"

–Скажи мне ... почему ты оставляешь нас таким образом? // Dime... ¿por qué nos abandonas de esta forma? –.

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