A veces las historias más bonitas de amor suelen iniciar de la manera menos esperada, y quizás esa chispa que se da en segundos al conectar con su mirada es la misma que e apaga e incinera todo dentro de nosotros cuando esa historia se termina. O cuando no queremos que acabe.
De pronto, las cosas más insignificantes empiezan a tomar un valor nostálgico, recordar el brillo en sus ojos al verte reflejada en ellos, el tono característico en su intrigante forma de hablar, la suavidad en su cabello al acariciarlo aún recostados en la cama, lo cálidas que se sentían sus manos cuando cubrían mi rostro, su manera de adornar su cara con un maquillaje que simplemente le hacía honor a su belleza. Duele
Inicialmente, me esforcé en odiarte, en recordar tus errores y quizás exagerarlos para justificar el dolor que me hace tu ausencia. Claramente, no funcionó y por el contrario me veía atada, hasta un punto controversial, realmente enamorada de a una versión de ti que ahora ya no existe. Aún duele
A este punto, desconozco la delgada línea entre el egoísmo y el bienestar que me haría estar contigo. Escuchó y descubro tantas cosas de ti que me lastiman, intento no justificarlo, y aunque quise usarlo a mi favor para poder olvidarte y dejar esta "experiencia" como tu misma has definido en el pasado, pero he de admitir que ni con eso te odio y puedo sacarte por completo de mi mente y quizás de mi negado corazón.
Por supuesto. Esta no es la primera vez que paso por estas recaídas donde me inundan las ganas de esforzarme por ti, de dejar a un lado estos meses intentando superarte, de olvidar todo lo que ha sucedido y pedirte una nueva oportunidad, no, no es la primera vez, pero tampoco la ultima y eso lo sé muy bien. Pero así mismo, esta no será la única vez que me sienta con el corazón hecho pedazos en el charco de las lagunas que hay en mi cabeza, y aunque aún no sepa si es lo correcto o no... Deseo que seas completamente feliz, que encuentres nuevamente ese brillo que quería encender en ti.
No sé si soy una perdedora al resignarme a dejarte ir, no sé si es mi egoísmo el que no me permite soltarte aunque me aleje de ti y creo que no sabes nada de mi así como yo de ti, pero sea lo que sea, en el momento en que la vida me crucé contigo nuevamente, o quizás no, espero ver el espíritu de alma libre con la sonrisa más linda que he podido apreciar... Deseo en ese momento ser tan feliz como tú al ver tu éxito.
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Escritos por Serotonina
PoesieUna antología de poemas que se me ocurren en horas de la noche, una especie de terapia para aliviar lo que cuesta tanto expresar en palabras.