My prince

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[👑👑👑]

—No voy a casarme.

—No te pregunté.

El peli naranja abrió la boca, ofendido.

—¿Me estás diciendo que no tengo elección sobre mi propia boda?

—Eres un príncipe, Gakushū; claro que no tienes elección.

—¡Papá! —se quejó.

—No... me hables así —amenazó, señalandolo con su dedo índice—. ¿No sabes con quién estás hablando?

—Lo lamento, alteza. Creí que estaba hablando con mi padre —habló con sarcasmo.

—Estás hablando con el rey —afirmó—. Y como rey, tengo derecho a comprometerte con quien yo quiera. Tampoco creas que ceder mi trono me convence; parece que no has dejado de ser un niño.

—¡Pero...!

—Majestades —alguien interrumpió desde la puerta; un hombre delgado pero fuerte, vistiendo un traje negro que hacía resaltar su cabello blancuzco—. El principe invitado está aquí. Los espera en la sala del trono.

—¡Imposible! —jadeó el menor de los Asano—. ¿¡Lo invitaste antes de si quiera preguntarme!? ¡Ni siquiera sé quién es!
—Baja la voz, por Dios —se quejó el adulto—. Eres un principe; comportate como tal y baja a saludar.

—Han —llamó al mayordomo, quién asintió—, acompaña al príncipe Gakushū al salón del trono y asegúrate de que entable una conversación decente con nuestro invitado.

—Por su puesto, su Alteza —hizo una pequeña reverencia antes de dirigir su vista al más joven, quien solo rodó los ojos antes de salir de la habitación.

El camino hasta el Salón fue silencioso e increíblemente incómodo; todos los empleados del palacio lo miraban disimuladamente cuando pasaba a su lado. Al parecer todo el mundo sabía que iba a casarse, excepto él.

Dio una gran inhalación antes de llegar a su destino; dos empleados trajeados abrieron la gigantesca y pesada puerta, revelando el interior.

Lo primero que se podía apreciar era el trono de su padre, justo al centro del salón. Cerca de las mesas altas con flores, yacía alguien que reconoció al instante.

—¿¡Tú!?

Su grito resonó en los altos techos del Salón.

—Sorpresa~ —se giró hacia él, con una sonrisa de sorna en su rostro.

—¿Es una broma?

—Sí, mira; por mucho que ame molestar, yo tampoco estoy muy conforme con esta idea de matrimonio arreglado.

—Te lo diré desde ahora, Akabane —amenazó. Han se llevó la mano a la sien, viendo su empleo pasar por su ojos—. No voy a casarme contigo, ¿entendiste? Ni aunque mi reino deba quedarse sin rey. No voy a casarme contigo.

—Pues, con lo gruñón que eres, me estás haciendo un favor —se cruzó de brazos—. Pero te tengo malas noticias; es una orden de mi madre que pase al menos un día aquí, así que aunque no quieras desposarme (decisión de comparto), vas a tener que soportarme~

—¿¡Qué!?

—Señor, por favor —murmuró Han—. Le prometí a su padre que conversarían.

—Pero...

—Yo estaré ahí para ayudarlo en lo que necesite. Por favor, Majestad.

—Ugh, está bien —rodó los ojos para luego mirar asu acompañante pelirrojo. —Al parecer no tengo opción.

Asakaru Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora