Mis tacones resuenan por los pasillos del hotel y doblo la esquina a la derecha.
Había logrado deshacerme de los gorilas de mi papá que me solían acompañar y tenía unos veinte minutos hasta que se dieran cuenta.
Llego y entro sin tocar la puerta, ganándole un par de insultos del rubio frente a mí.
—Un placer conocerlo, Sr. Jhonson.
Me mira consternado. Está desnudo frente a mí y lo atrapé mirando un punto fijo probablemente pensando en porqué la mujer lo había dejado tirado por la mañana.
—Veo que las mujeres adoptan actitudes de hombres ahora. Qué progresistas. —Me acerco a la bandeja de desayuno y tomo una fresa.
—¿Quién carajo eres? —Me pregunta, le doy cara y me río.
—No fijas más, porfavor. Sabes perfectamente quién soy al igual que yo sé quién eres y qué quieres. Sin embargo, a tú manera de conseguirlo no va a funcionar.
—No sé de qué hablas. —Se tapa la entrepierna con una almohada y ruedo los ojos fastidiada.
—Hazme un favor y cortemos las estupideces, Tom. Tanto tú cómo yo queremos ver a Rovach seis metros bajo tierra y sé perfectamente que esa cabeza rubia tuya ya está planeando algo. Te ofrezco un trato.
Me mira sin decir nada y cuando vuelve a abrir la boca seguramente para negarlo todo, hablo primero.
—Te ofrezco mis habilidades como estratega. Tú puedes evaluarlas y ver si están lo suficientemente capacitadas para tú plan y si es así, me íntegras a él.
Me mira sin decir nada, como si tuviera un cuerno en la frente.
—No tengo todo el tiempo del mundo. De hecho tengo cinco minutos para que los chimpancés de mí padre entren por esa puerta y te maten al verte desnudo cerca mío. Habla. —Le exijo, impaciente por su respuesta.
—Juntemonos a tomar un café, niña. No puedes llegar, interrumpirme así y exigir algo así aquí.
Ruedo mis ojos y habló más tranquila. —El viernes por la tarde tengo una función de ballet en este mismo teatro. Si te veo en la multitud, hazme llegar él mensaje a través de lo que sea menos los guardaespaldas, obviamente. Si no, deberé llevar a cabo mí plan sola.
Alza una ceja ante mi aviso y me retiro comiendome la fresa. Apenas tomo el ascensor veo como en la primera planta los hombres del señor me miran con reproche y desaprobación.
—Ya la encontramos, señor.
∘₊✧──────✧₊∘
—¿Qué haces?
Entro a su trailer con toda la confianza del mundo y me tiro en el sofá mientras el hace no sé qué en la computadora.
—¿No tienes a nadie más para molestar? —Negué y me acerqué a su computadora. —Oye no, niña. Respeta.
Había pasado menos de un año desde la Revolución y considerando que teníamos tiempo solo para entrenar, capacitarnos mejor y divertirnos, molestar a mis compañeros se había vuelto un pasatiempo.
Me paso por el culo sus débiles intentos de tapar la pantalla y lo alejo de un manotazo.
Mi boca se abre con sorpresa y me río en su cara.
—¿Estás espiando a la barman? No me digas que quedaste picado cuando te abandonó.
One gruñe y niega. —No es eso. Mira esto.
Me enseña la foto de perfil de la chica. Es ella junto a un niño...
—¿Rubio? —Frunzo el ceño extrañada. ¿Tenía un hijo? Se veía de tres años y cuando saco la cuenta me doy cuenta de que todo calza perfectamente. —No me digas que... No puede ser.
Cubro mi boca con las manos y miro sorprendida a One.
—Tengo un hijo.
Nos miramos en silencio.
— a lo mejor sea de alguien más. —Sugirió, esperanzado. Acerco si cara a la computadora y los comparo.
—Nah, es tuyo. Felicidades.
Suspira decepcionado.
—Supongo que la de venirse afuera no es efectiva.
—¿A poco te creías esa estupidez, One?
Niega y se toca la barba, pensativo.
Ahogo un grito cuando recuerdo lo que hablé con la barman esa noche.
—Te daré un consejo. Si el Rubio es lo suficientemente útil como para saber dónde y cuándo eyacular, no utilices los condones del hotel. Son asquerosos y provocan irritación a la zona íntima femenina.—¿Y a la masculina no?
—Por supuesto que no. A los estúpidos de los hombres nunca les toca pasar por cosas así.
Le cuento a One y me mira con una mirada asesina.
—Con razón no quería usar condón.
Sonrío apenada y me encojo de hombros.
——Podríamos hacer un babyshower para celebrarlo.— Sugerí honestamente.
—¿Babyshower? Ese niño está que se jubila.
Suelto una risa y me escapo hacia el trailer de Four, dejándolo para que piense en qué hacer.
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𝐙𝐄𝐑𝐎 || six underground
Action" las flechas no son libres. tienen un objetivo, y si no lo logran; se quiebran " 𝐅𝐨𝐮𝐫 𝐱 𝐅𝐞𝐦𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫! Este fanfic está adaptado en la película "Six Underground". No se permiten copias ni adaptaciones. S:19/12/2020 ...