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- Hey, equipo

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- Hey, equipo. Estamos bajo el radar. Así que, abrochense el cinturón porque nos sacudiremos un poco.

Veo cómo Three palidece aún más con lo que One dice en el altavoz y suelto a reír bajando el volumen para no despertar a Four a mi lado.

-¿Saben? Normalmente miro a la azafata para ver si debo tener miedo.

-Auxiliar de vuelo. -Le corrige Two con una expresión neutral. -Puedes mirarme a mí.

Five, frente a mí, se da vuelta para presenciar la conversación mejor y sonrío divertida.

-Oh, cariño. Podrías estar en llamas, y tendrías la misma expresión vacía de siempre. Sin ofender.

Ruedo los ojos fastidiada.

Es muy dramático. Si de todos modos así le gusta.

A Two no le removió fibra alguna su comentario y Three sigue hablando.

-¿Saben qué apesta? Si nos estrelláramos, nadie se enteraría ni se preocuparían. No habría consecuencias. Como si no existieramos.

-¿Y qué quieres que pase? ¿Que alguien nos encuentre, nos identifique y llame a nuestras familias? ¿Te das cuenta de que sería una real estupidez, verdad? Imagína a tu familia devastada de nuevo, enterrándote de nuevo pero esta vez con tu cuerpo en el ataud. -Le respondo divertida.

-Puedo escucharte, y si vas a cagarte encima, hay un baño atrás. -Me río ante lo que dice One y me callo enseguida cuando siento la cabeza del rubio en mi hombro.

Five se ríe de mí y Three se balancea para mirarme.

-El karma, niña tonta.

Cierro los ojos entrando en pánico y no sé en qué momento caigo dormida .

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Salgo detrás de Four del avión y empiezo a acomodar mis cosas junto a los demás.

-El mundo está envuelto en burocracia, y no podría cortarla ni con una espada de mil millones de dolares. -Comienza One. -Así que dejamos atrás todo, a todos, para convertirnos en nadie.

Empezamos a caminar y me volteo cuando siento que falta alguien.

-Es precioso, ¿verdad?

Se queda callado. Observo cómo a Four le brillan los preciosos ojos verdes como a un niño pequeño al ver el atardecer.

Me concentro en el cielo. Si realmente fuera buena pintando, sin duda los atardecer gobernarían mis pinturas. Son simplemente inigualables.

Una tarde ves uno y dices que es el más hermoso que has visto en tu vida y luego, ¡boom! Ves otro que te sorprende aún más que el anterior.

-Sí, es precioso. Y más.

Respiro hondo. Si hay algún deseo imposible que tengo, es el poder volar.
¿Se imaginan lo increíblemente hermoso que debe ser volar por sobre las nubes y ver este cielo aún más detallado?

𝐙𝐄𝐑𝐎  || six undergroundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora