Bell vivía en un reino lejano, pero no era un ciudadano corriente, era el guardian de una pequeña niña que encontró en una fría noche de invierno.
Este chico llega a Orario con la compañía de la pequeña ¿qué futuro les deparará a ambos?.
Bell Cranel, un joven de 18 años que vivía solo en un lejano reino en las tierras nevadas y uno de los tantos guardias de la ciudad.
Una helada noche después de su trabajo como guardia de la ciudad vio un extraño bulto en uno de los callejones de la ciudad, cuando se acercó para ver qué era vio que se trataba de una pequeña niña, no parecía mayor de 1 año.
No podía dejar a esa pequeña tirada en ese callejón asi que la llevo a su casa y la cuido como si fuera su propia hija.
Hizo lo mejor posible para cuidarla, el mejor que nadie sabia que si dejaba la niña en algún orfanato o con alguna otra persona su vida no podía estar asegurada.
Tampoco podía contar casi nadie ya que no podía llevarse muy bien con las demás personas debido a su puesto como guardia, solo podía contar con una amiga.
# # # # Poco después # # # #
Bell - Natasha, necesito que me ayudes con algo - entrando apresuradamente en la sala.
Natasha era una amiga cercana a Bell y la doctora de la parte de la ciudad donde vivía, se conocían desde hace años y tenían la suficiente confianza para hablar del tema.
Natasha - ¿Qué pasó Bell, por qué vienes tan apurado? -
Bell - Necesito algunos consejos -
Fue en ese momento cuando Natasha se dió cuenta de la pequeña qué Bell cargaba en sus brazos.
Natasha - Ya veo cuál es el problema, ¿donde la encontraste? - refiriéndose a la pequeña.
Bell - En el callejón de la calle de Markob, estaba envuelta en esta sábana, no tenía ninguna nota o algo parecido, simplemente debieron abandonarla a su suerte -
Natasha - Entiendo, y como está la situación ahora con la guerra es difícil encontrar un lugar para dejarla, aunque estoy seguro que ya habrás pensado en cuidarla tu, ¿verdad? -
Bell - Así es, la cuidare lo mejor posible, así como trato de hacerlo mi madre conmigo -
Natasha - Está bien, te daré unos consejos y te ayudaré con los gastos médicos para ella, también la cuidare cuando sea tu turno en la guardia, pero no será gratis, por ser mi amigo solo te cobraré la mitad -
Bell - No me importa el precio, mientras ella esté bien estoy feliz con el resultado -
Natasha - Está bien, no te arrepentirás del resultado -
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Y bueno, hasta aquí el prólogo de esta nueva historia.
Espero les guste el prólogo de esta nueva historia.
Besos y abrazos, bye.
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