Ya había pasado una semana desde la caída del reino, Bell, Natasha y Clara ya estaban bastante retirados del lugar solo que aún seguian huyendo.
Ya habían pasado por varios pueblos y tenían la suerte de que Natasha y Bell previnieran lo que pasaría así que llevaban suficiente dinero para el viaje.
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Los tres habían formado un pequeño campamento ya que no había ninguna señal de algún pueblo cercano así que pusieron una pequeña tienda de acampar para que las dos chicas durmieran mientras Bell hacia guardia ya que los animales salvajes podrían aparecer en cualquier momento.
El no quería descuidarse y que resultaran heridas así que prefirió estar así aunque durmiera poco tiempo, mientras tanto se entretenía contando estrellas ya que no podía hacer otra cosa.
Aunque en un momento escucho ruidos cerca de donde estaba así que agarro su arma y fue hacia la dirección del ruido.
Cuando llegó vio que se trataba de varias chicas, parecían que estaban haciendo guardia o algo parecido, no parecían de los soldados que los perseguían al principio pero no quería acercarse.
Cuando el regreso al campamento continuo con lo que estaba haciendo, estaba bastante cansado desde hace unos días ya que no había podido dormir bien pero si querían llegar a salvo tenía que estar así.
Al día siguiente empacaron todo y se fueron del lugar.
Así estuvieron durante todo el viaje, pasando por pueblos y acampando en los bosques, claro tuvieron problemas con animales salvajes, monstruos y algunos bandidos pero Bell tenía un objetivo claro y no se dejaría vencer fácilmente.
Hubo un momento donde pararon en un pueblo ya que Clara se había enfermado y no podían estar en la intemperie.
Por el momento la dejaron durmiendo en su habitación y fueron al bar, quería platicar un poco.
Bell - Si hubiera sabido que se pondría así por muchos días y noches en la intemperie hubiera tenido más cuidado -
Natasha - No te culpes Bell, teníamos prisa y queríamos llegar rápido, no sabíamos que se pondría así -
Bell - Lo siento, no puedo evitar preocuparme -
Natasha - Eres un buen padre, pero deberías descansar un poco, se que no has dormido bien y solo aparentas estar bien por ella -
Bell - Tengo que hacerlo, gracias a ella tengo un propósito por el que seguir -
Natasha - Te entiendo -
Ambos querían seguir hablando pero sintieron una mirada sobre ellos, era una mirada muy extraña proveniente de una mujer encapuchada.
Parecía que la mujer también se dió cuenta de que se dieron cuenta de que los miraba así que se levantó y fue directo hacia ellos.
Mujer - Hola chicos - dice con un tono de voz encantador.
Bell - ¿Quién es usted y por qué nos miraba hace un segundo? -
Mujer - Me dan mucha curiosidad, sus vestimentas y sus almas son bastante particulares que todas las demás -
Natasha - ¿A que se refiere con nuestras almas? -
Mujer - Perdón, no me presenté, me llamo Freya y soy una diosa -
Natasha - Una diosa, ¿y que haría una diosa en un sitio como este? -
Freya - Me escape, pero estoy segura de que vendrán por mi -
Bell - ¿Acaso es una "errante"? -
Freya - No, solo quiero salir, ¿ustedes si son errantes? -
Bell - No tenemos motivos para decirle -
Freya - Se que desconfían pero en serio no planeo hacerles algo, no podría dañar a almas tan particulares -
Bell - No confío en usted del todo, pero algo me dice que sus palabras son ciertas -
Natasha - Si Bell lo siente debe ser verdad -
Freya - Me basta con eso -
Natasha - ¿Y hacia donde se dirige? -
Freya - A donde me lleve el viento, pero tengo que regresar a casa igualmente, ¿y ustedes? -
Natasha - Vamos a Orario -
Freya - Vaya, que destino tan particular, ¿y por qué se dirigen para allá? -
Natasha - ¿A que se refiere? -
Freya - Orario es famoso por su calabozo y aventureros fuertes pero no es un lugar muy adecuado si van a vivir ahí, a menos que se unan a alguna familia -
Bell - Me lo imaginé, las historias que escuche son de hace 20 años, no puede permanecer una ciudad tan bonita por siempre -
Freya - Tienes razón, las cosas han cambiado mucho, las guerras cambian mucho las cosas -
Bell - ¿Y la guerra ya terminó? -
Freya - Hace unos años que terminó pero las consecuencias siguen, por eso les digo que no es un lugar muy adecuado para vivir -
Natasha - Vaya, me sorprende que la ciudad siga con las consecuencias, acaso no tienen un sistema que controle todo -
Freya solo dió una pequeña risa antes de contestar.
Freya - El único sistema que quedó es el de la fuerza y la riqueza, pero en las calles bajas son un peligro por los ladrones y aventureros que no respetan -
Bell - Que podrido, ni siquiera el reino estaba tan mal como esa ciudad -
Freya - ¿De que tan lejos vienen? -
Natasha - Es un reino bastante lejano, o era ya que cayó debido a la guerra -
Freya - Entiendo - pensando un poco - les tengo una propuesta -
Natasha - Te escucho -
Freya - Yo tengo una familia en Orario, que tal si se unen a mi y yo les daré protección -
Bell - Suena muy bueno para ser verdad, que quieres a cambio - desconfiando un poco.
Freya - Solo quiero un favor, no es algo muy serio o complicado -
Bell - ¿Eso es todo? -
Freya - Si, eso es todo, aceptan -
Bell - ¿Tu qué piensas Natasha? -
Natasha - Está bien -
Bell - Aceptamos, pero si es una trampa te mataré yo mismo -
Freya - Perfecto -
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Y bueno hasta aquí el capítulo de esta historia.
Espero que les haya gustado.
Besos y abrazos, bye.
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Bell Cranel: Mi Propósito que Proteger
FantasyBell vivía en un reino lejano, pero no era un ciudadano corriente, era el guardian de una pequeña niña que encontró en una fría noche de invierno. Este chico llega a Orario con la compañía de la pequeña ¿qué futuro les deparará a ambos?.