Visitas antes del infierno

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Cuando ya terminó la ceremonia, nos llevaron a el lugar donde se permiten visitas.
Toda mi familia fue.

"Mi amor, te lograrás salir de esta" murmuro mi madre mientras lloraba. "Eres muy
fuerte hermana, puedes hacerlo" Mi hermano alentándome, aunque yo sabia que no iba
a lograr ganar. "Hija, antes me gustaría darte algo." Dijo mi padre, con los ojos
cristalinos.

Era un pin que decía "se fuerte". Me dijo que lo intercambió por un pedazo
de pan, por si me tocaba ser tributo. "Esto te hará más fuerte, créeme." "Tienes que ser fuerte hijita."

   "Cada vez que estés en el arena y te sientas débil, mira este pin, y recordarás que tienes todo nuestro apoyo

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"Cada vez que estés en el arena y te sientas débil, mira este pin, y recordarás que tienes todo nuestro apoyo."

Era un mar de lágrimas. Justo cuando les iba a dar un abrazo, los agentes de la Paz
vinieron y los sacaron de la habitación.

Cuando se fueron me quede sola en silencio. Con el bellísimo pin en la mano. Decidí
ponérmelo en mi vestido, y en todos los atuendos que llegará a usar.

  De la nada me puse a reflexionar: ¿que pasaría si sobreviviera? ¿Si soy vencedora?
No creo que eso pase, lo que dijo mi hermano probablemente es para hacerme sentir mejor; porque quien verga quiere estar acá.

   Hay familias que festejan cada año cuando sus hijos no son elegidos para estos juegos, pero hay siempre esas 2 familias d cada distrito que deben estar devastadas. Absolutamente tristes, porque probablemente no vuelvan a ver a sus queridos hijos. Eso es horrible.

Hasta que la muerte nos separe  (Peeta M. y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora