¿Qué demonios? Percy tocó la cápsula que contenía al bebé, lo más extraño era el símbolo de su padre, un tridente en él.
—Mirad los otros también tienen los símbolos de cada olímpico—Hazel pasó sus dedos por el gravado del yelmo de oscuridad de su padre Plutón.
—Debe significar que son los respectivos enemigos naturales de los dioses—Annabeth estaba preocupada, no sabían nada de esta nueva amenaza.
En una mesa se encontraban distintos planos unos en inglés, otros en griego antiguo soltó una exclamación.
—¿Qué ocurre?—preguntó Leo su normalmente humor no estaba.
—Estos planos los reconocería ¡son de Dédalo!—Annabeth había pasado el tiempo suficiente estudiando los planos del hombre como para reconocer inmediatamente su letra y su genio—Sabía que en el pasado también estudiaba sobre formas de vida y genética, alguien debió de robárselos—
En la sala del trono del Olimpo.
Los dioses habían estallado en un caos de discusiones.
—¡Lo sabía! ¡sabía que ese hijo tuyo seguiría dando problemas incluso muerto cara búho!—
—¡Cállate barba de algas! ¿cómo iba a saber Dédalo que algunos de sus planos acabarían en manos del enemigo? Alguien del ejército titán debió cogerlos cuando su taller se incendió en el laberinto—
—¡¡¡SILENCIO TODOS!!!—bramó el señor de los cielos furioso.
—Acabamos de descubrir por nuestros propios ojos que la situación es más grave de lo que pensábamos, ¡no es momento de discutir!—
Todos los dioses se sorprendieron, normalmente era Zeus quien se portaba como ellos y que ahora se portara y diera consejos juiciosos no era acorde con él a no ser que la situación lo requiriera.
Con los semidioses los ánimos tampoco es que fueran especialmente buenos, observaban las cápsulas con los bebés dentro, parecían bebés normales en gestación en lugar de meros monstruos pero no se podían dejar engañar por su mundo.
—Estos planos...algunos están en egipcio antiguo—
Extrañados vieron los jeroglíficos ¿porqué los escribirían así? En ese momento oyeron a alguien aproximándose apurados se apresuraron a esconderse, por suerte el lugar era amplio y con múltiples objetos y cajas para esconderse.
Un joven de unos veinte años con cabello rubio salvaje apareció, llevaba anteojos de montura metálica dándole la típica pinta de nerd de los años cincuenta, llevaba jeans y una bata de laboratorio, en sus mangas parecen contener letras y palabras en todos los idiomas. Lo más curioso y perturbador eran sus ojos de muchos colores cambiantes, como un caleidoscopio.
Se le veía molesto murmurando cosas, ahora se veían más como un excéntrico y loco científico.
—Que me de prisa, que me de prisa esa Gaia no sabe que esto lleva tiempo,no tiene ningún derecho a tratarme así cuando esto no solo es ciencia sino un arte—
Los Olímpicos observaban incrédulos al recién llegado.
Por una vez Hera estaba pálida.
—Ese no es...—
—Thoth—dijo entre dientes Hermes o como lo detestaba—El dios egipcio de la sabiduría, la escritura jeroglífica, la ciencia, la magia, las artes, el juicio,los muertos y auténtico idiota—
—¿Que hace trabajando con Gaia?—Hades frunció el ceño. Mezclarpanteones nunca auguraba nada bueno.
Thot estaba escribiendo en un ordenador sin darse cuenta de los semidioses que lo espiaban.
—Bueno ya está casi terminado solo falta acelerar sus crecimiento hasta la edad adulta y listos—se levanto y con un dedo escribió unos jeroglíficos en el aire que se desvanecieron—Cuando alcancen la madurez saldrá una creación perfecta—
En ese momento apareció un babuino que se puso a tirarle de la manga, el hombre puso los extraños ojos en blanco.
—¿Que ocurre Brutus? Aún no es momento de la pizza—
Pero el babuino siguió tirando y para horror de los semidioses el simio señalaba donde estaban ellos, mostrando los colmillos.
Thot miró en dirección a ellos, suspiró y se levantó al tiempo que materializaba una especie de bastón largo que emitía un fulgor.
—Será mejor que salgáis no es buena idea enfrentarse a mí y a un babuino furioso—
Annabeth salió la primera sosteniendo los papeles y con expresión de furia en sus ojos.
—Estos papeles pertenecen a Dédalo ¿¡como te atreves!?—
El científico enarcó una ceja, a su lado Brutus dio un paso amenazante hacía la semidiosa.
—Eres una semidiosa diría que de Atenea, siempre admiré a tu madre una diosa extremadamente inteligente. Los dioses griegos siempre han tenido grandes facilidades engendrando semidioses y Atenea una forma fascinante de tener a sus hijos—
Hazel observo al extraño, sin duda eso era magia lo que percibía en él pero no se parecía a nada a la que practicaban ella o los hijos de Hécate.
—¿Quien eres? Esa magia no parece griega—
El hombre sonrió.
—Veo que eres una chica lista Hazel, si Gaia me habló de todos vosotros, esta realmente desesperada si a recurrido a mi aunque va contra todas las leyes siendo yo un dios egipcio—
Los semidioses estaban incrédulos ¿estaba bromeando acaso? pero Percy recordaba cuando el incidente con ese cocodrilo.
—Es cierto, existen otros panteones me encontré con otros como Carter Kane y su hermana Sadie no podía decirlo—
Ellos lo miraron incrédulos.
—Así que te encontraste con ellos menuda casualidad pero en el universo eso rara vez ocurre y muestra que las casualidades no existen—
—¿Porque colaboras con ella? ¿sabes lo que pretende y causará?—Percy no podía creer que este tipo fuera tan inconsciente.
—Oye yo no hago esto porque esté de su lado o en contra de los Olímpicos para mi esto es un desarrollo científico esto que estáis viendo no sólo son los opuestos de vuestros padres son una nueva especie y vuestros hermanos—
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Los Opuestos (Desconocidos)
General FictionGaia furiosa por la derrota de sus hijos los gigantes por segunda vez, decide esta vez crear a otro nuevo conjunto de nuevos opuestos, una nueva raza, para los Olímpicos pero esta vez con la ayuda de la ciencia y un dios egipcio de la sabiduría. ¿Po...