Libros

apodos

Momo se sumergió en las páginas de un libro, ajena a su entorno. Sin embargo, la tranquila lectura se vio interrumpida cuando Izuku apareció, con un montón de papeles en la mano.

"Yaoyorozu, ¿puedes creer que me tienen haciendo todo este trabajo?" —, exclamó Izuku, con una expresión exagerada de molestia.

Momo lo miró por encima de su libro, sin dejar de notar la diversión en sus ojos. — "Tú mismo te metes en problemas, Midoriya. ¿Qué hiciste ahora?"

Él soltó una risa. — "Nada grave, solo unas bromas inofensivas. Pero bueno, ¿recuerdas nuestra cita la otra noche?"

Momo asintió, recordando la cita llena de risas y complicidad. — "Sí, fue sorprendentemente agradable."

Izuku se sentó en la mesa cercana, hojeando algunos de los papeles con una sonrisa pícara. — "Quizás deberíamos hacerlo más seguido, ¿no crees? Podríamos ir a lugares diferentes cada vez".

Momo cerró su libro y le dedicó una mirada. — "No lo sé, Brócoli, ¿podrás comportarte en público?"

Él levantó las manos en señal de rendición. — "Prometo ser un caballero. Además, ¿quién podría resistirse a la compañía de alguien tan elegante como yo?"

Momo soltó una risa suave. — "Eres todo un caso nuevo, Midoriya".

"Y tú eres una lectora encantadora". — Izuku le arrebató su libro, hojeándolo. — "¿De qué trata esto? ¿Acaso es otro libro degenerado de aquellos que te gustan?"

Ella se apresuró a recuperar su libro. — "Eres un tonto, brócoli idiota. Y mejor vuelve a tus deberes antes de que te despidan". Momo le dedicó una mirada ligeramente molesta.

Izuku suspiró dramáticamente. — "Oh, la tiranía de la responsabilidad. Pero haré caso. Solo porque tú lo pides, mi hermosa Momo".

El chico se dio media vuelta al mismo tiempo que le dedicaba una última sonrisita juguetona a una avergonzada Momo quien se intentaba ocultar detrás de su libro.

[. . .]

Mientras Momo estaba absorta en la selección de un libro muevo que leer, un hombre misterioso entró en la librería. Con porte elegante, se acercó a ella con una sonrisa encantadora, tratando de entablar una conversación.

Momo, notando sus intenciones, intentó ser educada pero dejó en claro su desinterés. Sin embargo, el hombre persistía, ignorando las señales evidentes.

En ese momento, Izuku, que observaba desde la distancia, decidió intervenir. Con una confianza exagerada, se acercó a Momo y rodeó sus hombros con un brazo de manera casual.

"¡Momo! ¡Cuánto tiempo sin verte, cariño!" — exclamó con efusividad, ignorando completamente al hombre misterioso.

Momo parpadeó sorprendida, pero rápidamente se adaptó al juego de Izuku. — "Ah, Izuku. Sí, hemos estado muy ocupados últimamente, ¿no crees?"

El hombre misterioso miró con desconcierto la escena y se retiró discretamente. Izuku continuó su actuación, guiando a Momo hacia otro pasillo.

"¿Un novio misterioso, Yaoyorozu? ¿Qué pensarán los clientes?" —, bromeó Izuku con una sonrisa pícara.

Momo rodó los ojos, pero no pudo contener una pequeña risa. — "Solo tú podrías idear algo así, brócoli".

Izuku se encogió de hombros con arrogancia. — "Lo importante es que funcionó. Nadie puede resistirse a la presencia de 'Deku, el novio protector'."

Momo, intrigada por la auto-denominación de Izuku como "Deku", no pudo resistir su curiosidad por más tiempo. Mientras hojeaban libros en un rincón tranquilo, ella finalmente decidió aclarar su duda.