A través del fuego

4.regalo

Kirishima abrió los ojos, sintiéndose completamente entumecido gracias a que sus amigos estaban encima de él, estaban durmiendo como si no hubieran dormido en días, asi que kirishima sonrió suavemente.

Pero tenía que levantarse, tenía unas ganas urgentes de ir al baño, asi que con todo el cuidado del mundo se levantó antes de correr hacia el baño. Hizo sus cosas, pero al salir, escuchó algo caer en su habitación.

Kirishima entró y miró a su alrededor sin saber que había pasado, entonces vió algo extraño en el suelo.

Se agachó a recogerlo y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver una piedra con la forma de un perro.

Supuso que tal vez uraraka lo había lanzado por su ventana, pues cuando había entrado a la casa de la castaña había encontrado figuras iguales a esas.

Kirishima examinó la piedra un poco antes de mirar hacia la ventana.

Jadeó al ver la ventana. Había un agujero en ella, pero no de ventana rota, sino que estaba derretida.

Se puso de pie y se acercó antes de mirarla detenidamente. Los bordes estaban ligeramente rojos, asi que kirishima supuso que no había sido uraraka quien lo había lanzado.

Había sido el rubio, aquel rubio que había estado en sus pensamientos todo ese tiempo.

Kirishima abrió la ventana y miró hacia todas partes con la esperanza de encontrarlo, pero no, no había nada.

_umm... ¡gracias! ¡es muy lindo!_ gritó kirishima al aire, esperando que el rubio estuviera lo suficientemente cerca para escucharlo

El pelirrojo volvió a cerrar la ventana la cual ahora tenía un agujero, pero no le importó mucho. Puso la piedra con forma de perro sobre su escritorio antes de salir de su habitación.

Kirishima se dirigió hacia la cocina y comenzó a cocinar algo para cuando los chicos se levantaran. No era excelente en la cocina pero siempre lo intentaba y cada vez mejoraba más.

En unos minutos, los chicos ya estaban haciendo un alboroto en el comedor, asi que kirishima salió de la cocina y les sirvió espagueti a todos antes de sentarse a comer con ellos.

Todos estaban hablando mientras comían, pero kirishima comenzó a mover la comida con el tenedor mientras pensaba.

Había sido el rubio quien había dejado esa piedra con forma de perro en su habitación, y esas mismas piedras las había visto en casa de uraraka. No es como si esas cosas fueran muy comunes ¿no?

Entonces recordó que aquel día en la lluvia, uraraka parecía estar buscando a alguien muy desesperadamente, demasiado preocupada por la lluvia, asi que obviamente a quien estaba buscando era al rubio, ya que al parecer ella sabía lo que le podía pasar.

Eso significaba que uraraka conocía al rubio, y no solo eso, sino que vivían juntos. Ademas, juzgando por la preocupación de uraraka, diría que tienen una relación cercana.

Kirishima sonrió suavemente. Por fin tenía algo, tenía información que le servía. Ahora podía ir a casa de uraraka y preguntarle.

_¡HEY!_ gritó denki

Kirishima parpadeó confundido.

_de nuevo te fuiste a tu mundo_ habló denki entrecerrando los ojos

_¿estás pensando en uraraka?_ preguntó mina con una sonrisa coqueta

_de hecho si_ confesó kirishima _y decidí que hoy iré a verla_

Los chicos se miraron entre ellos con unas enormes sonrisas antes de que denki se levantara de su asiento.