III

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- Pip, pip, pip...

Eran las seis de la mañana, la alarma de Wednesday empezaba a sonar indicando el comienzo del lunes y el primer día de clases.

La pelinegra maldijo internamente por no haber dormido lo suficiente, aunque de todas formas, se levantó por la molesta pero sutil luz proveniente de fuera del gran ventanal de la habitación.

Se fué al baño a hacer sus rutinas matutinas y empezó a alistarse para ir a clases.

Una vez vestida, duchada y peinada decidió quemar un poco el tiempo antes de irse leyendo uno de sus libros ya que aún era bastante pronto.

Se sentó en su cama ya hecha y comenzó con su lectura, no sin antes echar un vistazo al lado colorido de la habitación. Enid yacía en su cama aparentemente en un profundo sueño. Miró la hora y ya eran las siete menos cuarto, teniendo en cuenta que las clases empezaban a las siete y media, tal vez una rubia llegaría algo tarde hoy, puesto que tarda mucho en arreglarse, vestirse y lo demás.

Dejó el tema de lado ya que técnicamente no era de su incumbencia y siguió concentrada en su lectura.

Hasta que unos hipidos la interrumpieron. Estos eran provenientes de la chica Sinclair.

Wednesday miró discretamente hacia su lado derecho y notó como Enid se empezaba a mover y a emitir pequeños quejidos.

Finalmente la más baja abrió los ojos un poco cansada por la falta de sueño. Odiaba no dormir lo suficiente, y normalmente en esos días, se solía levantar de muy mal humor.

Y efectivamente, se levantó de mal humor. Se deshizo de su cómoda cobija y se puso de pie para ir directa al baño.

Todo esto, con la atenta mirada de la pelinegra. Aunque, cuando Enid se levantó, desvío un poco la mirada por privacidad de la rubia ya que esta sabía cómo ella dormía. Esto siempre lograba sonrojarla de alguna manera, y se maldecía por ello. Wednesday nunca tuvo intenciones de querer o amar a alguien, pero como la mayoría de personas, si tenía cierto deseo sexual, aunque no en el sentido literal. En su caso, es algo diferente ya que ella... Bueno, digamos que tiene una condición diferente en comparación a otras chicas de su edad.

En resumen, a Wednesday el amor le parecía algo insípido y sin sentido, pero habían ciertos factores que a veces le hacían cambiar de opinión.

¿En qué demonios estaba pensando?

Está claro que odiaba todas esas necedades adolescentes.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Enid saliendo del baño ya vestida y con el cabello húmedo.

La Addams fijó su mirada en ella notando que le quedaba colosalmente bien aquel uniforme de color morado. El saco, la corbata, la blusa, la falda...

La falda.

Ella sabía que esta cortó un poco su falda haciendo que esta le llegue por la mitad del muslo, haciendo que esta quede totalmente provocadora ante la mirada masculina. Y bueno, quizás ante la suya también.

- "En el fondo, es terriblemente hermosa" - pensó internamente la chica sentada en la cama.

¡Por el amor de Lucifer!

¿En que diantres estaba pensando?

Realmente esto de la adolescencia pegaba fuerte. Pero Wednesday era aún más fuerte y no se dejaría ganar tan fácil. Bueno, los Addams y su gran orgullo.

- Addams, siento que me vas a comer con la mirada. - exclamó Enid en un tono burlón terminando de alistar su mochila. - Aunque bueno, yo también haría lo mismo si fuese tú - caminó hasta el espejo cerca de su closet admirando su belleza. Sí, la Sinclair también era muy orgullosa.

Fuck Feelings - Wenclair G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora