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Narrador Omnisciente
Cheng se quedo helado al escuchar las palabras de Zhuang. Fijo su mirada hacia adelante e Ignoro sus palabras, retomo su camino y siguió caminando como si nada. Un par de minutos de silencio basto para que Zhuang hablara otra vez.
- Si es cierto! - Zhuang al no recibir respuesta, unió en su cabeza el rompecabezas, del por que su amigo estaba distraído. Soltó una ligera risa y miró a Cheng.
- Solo fue un desliz, no va a volver a pasar - Cheng soltó un suspiro ya cansado, no quería que le hiciera recordar lo que paso anteriormente con Stella, su cabeza pensaba miles de cosas a la vez y no tenia claro lo que sentía aun.
- Aun no tienes claro lo que sientes, no? todo iba demasiado rápido para Cheng.
- Solo llego hace un par de días, ni la conozco
Los dos amigos se perdían en sus pensamientos, no tenían mucha experiencia en el amor, todo su tiempo se baso en el kung fu, salidas y la escuela.
Zhuang al no saber como ayudar a su amigo con la panza vacía, se le paso por la cabeza el lugar que siempre van cada vez que tenían un problema
- Vamos a lo de Otto?
- Y comemos Chow mein?
- Vos si sabes...
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En un mini restaurante con pocas mesas, bastante acogedor y hogareño, en el cual solo habían un par de personas comiendo. En la barra principal de madera se encontraban Cheng y Zhuang comiendo un plato de Chow mein.
Zhuang con la boca llena contando los problemas amorosos de su amigo, a Otto, el dueño del lugar y cocinero. Un señor de 56 años que los ayudo en varias ocasiones, aconsejándolos sobre no meterse en problemas, pero ellos nunca le hacían caso, o solo lo que les conviene.
— Y eso paso hasta ahora!!
Con una expresión bastante exagerada y moviendo los brazos, termino de explicar zhuang.
Otto miraba a Cheng y sonreía, un amor adolescente, dónde va a experimentar más allá de todo y su capacidad mental.
— Deberías tomarte un tiempo para pensar en lo que sentís, no seas impaciente
— Apenas la conozco y esa chica fue quien se me acercó, es muy intensa...
— Que raro... Normalmente las chicas son tranquilas
— No es de acá la flaca ! — Zhuang con la comida a más no poder, hablo mandolo al frente otra vez a Cheng.
Otto esperaba paciente la respuesta de alguno de los dos chicos que tenía enfrente.
— Es lat.. na — susurro por lo bajo Cheng
— De dónde? Muchacho estoy algo sordo
— latín....
— más fuerte!!
— LATINA !
Un silencio inundó el lugar, los chicos miraban a Otto que estaba pálido como papel
