Siempre a mi lado | Wigetta

Capitulo 6

"Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá de los no nos dejaran nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad."

–Guillermo tu memoria de largo plazo está intacta, creo que el resto de tu memoria mejorara con el paso del tiempo. –escuche atento lo que la doctora explicaba, apoyado en el umbral de la puerta de su habitación. –Cuanto antes regrese a su vida, a su rutina diaria mejor. Y en una semana a más tardar debería ver a un especialista a un neuro-psicologo. –se dirigió a sus padres al costado de él.

–Iremos a casa Guille, volverás a España y te cuidaremos allá. –comento su madre esperanzada dirigiéndose a su hijo.

–Disculpen...No quiero ser irrespetuoso... –intervine, porque lo dicho por la mujer no me pareció adecuado –...ya escucharon que la doctora dijo que debe volver a su 'rutina.' Su vida conmigo es su rutina habitual. –No lo podían alejar de mi tan fácilmente. No lo iba a permitir, no, aun no, necesito al menos una oportunidad para recuperarlo.

–Sí pero es una vida que no recuerda. –molesto su padre recrimino.

–Pero ya recordara, es lo que la doctora acaba de decirnos... –insistí.

–No, lo que dijo es que tal vez recuerde. –volvió a mencionar. –Preferimos que vuelva con nosotros, con su familia.

–Nosotros también somos su familia...–susurre sin mirarlos, refiriéndome a sus amigos y pero sobretodo a mí.

–Samuel cariño, porque no dejas que vuelva a casa y se recupere entre gente que conoce. Solo queremos hacer lo mejor para él. –declaro la amable señora al lado de su hijo. Pero ellos no saben lo que él significaba para mí y no me lo arrebataran, aun existe la posibilidad de que recupere su memoria de corto plazo.

–Desde un inicio estuvimos en desacuerdo por haberse mudado tan lejos y ahora tenemos la oportunidad de que vuelva con nosotros. –dijo ahora su padre.

–Pero fue su decisión... –defendí.

–No permitiremos que se quede acá. Contigo. –resalto.

–No entienden que él... –replique pero su voz no me permitió continuar.

–¡Basta! –callo la discusión él mismo. –Yo seré el que decida...–me miro y asentí igual sus padres.

–No es el momento para decidirlo. Ahora él debe de descasar. –menciono la doctora y nos retiramos de su habitación.

Me quede inmóvil mirando cómo se alejaban de mi vista sus padres junto a la doctora. Permanecí enfrente de su puerta sintiendo el leve impulso de profanar su descansar e intervenir en su decisión, rogándole que se quedase junto a mí, confesando el amor tan grande que aunque él no lo recuerde nos unió. Darle a entender que lo mejor que puede escoger es vivir su vida conmigo, y asegurarle que no se va a arrepentir de haberme elegido.